Dicen que la cantidad de horas de sol que tiene un país juega un papel muy importante en el temperamento de sus habitantes. Que cuantas menos horas de sol reciben al día más depresiva tiende a ser la gente, y cuantas más horas más alegre. Eso es lo que dicen. También dicen que las emociones son cosas de los seres humanos. Que tiene que ver con las glándulas, o algo así. Tengo en tareas pendientes convencer a mis glándulas de que vivo en España, no en la Antártida. O igual mis glándulas está interpretando las temperaturas de la ciudad como que me han metido en una sartén con aceite hirviendo y están reaccionando de la manera más lógica en dicha situación: Deprimiéndose mucho. No me malinterpreteis, me encanta el verano. Esa sensación de calor tan intensa cuando sales a la calle que te da lo mismo pornerte al solo que tirarte desnuda sobre una plancha de metal al rojo es algo que todo ser humano debería experimentar alguna vez en la vida. Sobre todo si ese ser humano es un políti