Ayer soñé que me tiraba a un amigo, y que otro amigo que al parecer llevaba años tras de mi le mataba en un estadio de fútbol con uno de esos cacharros que usan los médicos para examinarte el oído. Creo que gracias a ese sueño a)mi lívido ha huído a latitudes más cálidas y no volverá en unos cuantos meses, b)para mi se ha acabado asistir a partidos de futbol, y c)no pienso acercarme a un otorrinolaringólogo por lo menos hasta que se me olvide el sueño - o eso, o me esté muriendo de una infección perforante en el oído interno -.
Tengo que daros una mala noticia. El tipo de noticia que le borraría la sonrisa a Ronald McDonald; que haría que Marisol tuviera una crisis depresiva; que volvería a Lassie antropófaga.
A mis compañeras de piso les gusta Gran Hermano.
Una de las noticias que oí el domingo en casa de mis padres fue que comenzaba la decimo primera edición de ese castizo reality chow que es Gran Hermano. Salvo por los siete minutos de despotrique materno sobre la decadencia de la televisión en España - ey, si lo ponen es porque la gente lo ve, no? - la noticia pasó sin pena ni gloria por mi cerebro, y fue rechazada como si de una bronca materna se tratase.
Pero hete aquí que cuando llegué a casa por la noche, tras cambiarme de ropa y hacerme una infusión, decidí hacer algo de vida social, y me fui al salón a tomarme mi mejunje de hierbas y leer un cómic mientras el resto de la gente veía la tele.
Sí, sé que mi concepto de socialización choca diametralmente con el de la mayoría de las personas en su sano juicio, pero hay que tener en cuenta de quién estamos hablando antes de ponerse a juzgar como si la persona en cuestión estuviera en sus cabales.
Así que fui a socializarme, y punto.
El caso es que tenían puesto el comienzo de Gran Hermano. No problemo, me dije, yo estoy con Son Goku y sus amigos, pasando de la tele, por mi como si tienen Crepúsculo.
Pero el tono de la voz de la presentadora, por algún extraño motivo, me taladraba el tímpano de tal manera que era incapaz de concentrarme en nada que no fueran sus cacareos. Así que decidí mirar la pantalla del televisor, a ver qué me ofrecía aquel programa... quién sabe, igual no me gustaba porque nunca lo había visto, no porque fuera realmente malo...
Diez minutos después, me preguntaba dos cosas:
1) ¿Qué narices hago aquí sentada todavía? ¿Por qué no me voy a mi cuarto a seguir leyendo, y así salvo las pocas neuronas que no han sucumbido aún al ataque de caspa?
2) ¿Cuándo narices comienza el holocausto zombie?
Así que me fui a mi habitación, con el estómago revuelto gracias a lo que acababa de ver en la televisión, y con la frustración añadida de no poder soltar la coña sobre Dead Set en voz alta, porque nadie la iba a entender *sigh*.
Pero lo mejor de todo estaba por llegar. Porque mi habitación da a un pequeño patio interior, y la ventana de enfrente es del salón de la casa de una señora mayor adicta a la prensa rosa y sorda como una tapia... ¿Y a que no adivináis qué estaba viendo la señora - a todo volumen, la duda ofende - cuando yo entré en mi cuarto a leer un rato antes de acostarme?
...
Nunca le he agradecido tanto a Dios mi fabulosa capacidad para aislarme del mundo cuando algo me supera...
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Tengo que daros una mala noticia. El tipo de noticia que le borraría la sonrisa a Ronald McDonald; que haría que Marisol tuviera una crisis depresiva; que volvería a Lassie antropófaga.
A mis compañeras de piso les gusta Gran Hermano.
Una de las noticias que oí el domingo en casa de mis padres fue que comenzaba la decimo primera edición de ese castizo reality chow que es Gran Hermano. Salvo por los siete minutos de despotrique materno sobre la decadencia de la televisión en España - ey, si lo ponen es porque la gente lo ve, no? - la noticia pasó sin pena ni gloria por mi cerebro, y fue rechazada como si de una bronca materna se tratase.
Pero hete aquí que cuando llegué a casa por la noche, tras cambiarme de ropa y hacerme una infusión, decidí hacer algo de vida social, y me fui al salón a tomarme mi mejunje de hierbas y leer un cómic mientras el resto de la gente veía la tele.
Sí, sé que mi concepto de socialización choca diametralmente con el de la mayoría de las personas en su sano juicio, pero hay que tener en cuenta de quién estamos hablando antes de ponerse a juzgar como si la persona en cuestión estuviera en sus cabales.
Así que fui a socializarme, y punto.
El caso es que tenían puesto el comienzo de Gran Hermano. No problemo, me dije, yo estoy con Son Goku y sus amigos, pasando de la tele, por mi como si tienen Crepúsculo.
Pero el tono de la voz de la presentadora, por algún extraño motivo, me taladraba el tímpano de tal manera que era incapaz de concentrarme en nada que no fueran sus cacareos. Así que decidí mirar la pantalla del televisor, a ver qué me ofrecía aquel programa... quién sabe, igual no me gustaba porque nunca lo había visto, no porque fuera realmente malo...
Diez minutos después, me preguntaba dos cosas:
1) ¿Qué narices hago aquí sentada todavía? ¿Por qué no me voy a mi cuarto a seguir leyendo, y así salvo las pocas neuronas que no han sucumbido aún al ataque de caspa?
2) ¿Cuándo narices comienza el holocausto zombie?
Así que me fui a mi habitación, con el estómago revuelto gracias a lo que acababa de ver en la televisión, y con la frustración añadida de no poder soltar la coña sobre Dead Set en voz alta, porque nadie la iba a entender *sigh*.
Pero lo mejor de todo estaba por llegar. Porque mi habitación da a un pequeño patio interior, y la ventana de enfrente es del salón de la casa de una señora mayor adicta a la prensa rosa y sorda como una tapia... ¿Y a que no adivináis qué estaba viendo la señora - a todo volumen, la duda ofende - cuando yo entré en mi cuarto a leer un rato antes de acostarme?
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Nunca le he agradecido tanto a Dios mi fabulosa capacidad para aislarme del mundo cuando algo me supera...
Mis compañeros de piso (sí Aitor, me da igual que lo leas) ven Fama. Lo respeto 0.00001 más, porque al menos tienen que esforzarse, pero el programa es la misma basura.
ResponderEliminarAyer vi tapones para los oidos, pero me parece aun demasiado auti. Veremos cuando empiece la nueva temporada lo que opino.
PD: poker notices?
Yo un día vi un trozo de Fama, en el que estaban bailando ya una coreografía ensayada y machacada, y me pareció que bailaban tan mal que no se merecían ni que mirase la tele. Por lo demás, me parece una idea cojonuda, que yo Un Paso Adelante lo veía por los bailes! :P Pero mi cupo de realities lo llené con la mitad de OT 1.
ResponderEliminarUhm... tapones para lo oidos... que gran idea... y yo con el pelo largo los disimulo... XDDDDD
Poker: La gente pasa de mi, mi don de convocatoria raya en el cero Kelvin T_T
Joe, no se supnoe q tenias una compi de piso interesada? Qué tiene que hacer un miércoles?
ResponderEliminarNo problem, yo he fichado a una vecina xD Sólo con eso estamos 6 o 7 ya... pero me hacía ilusión llegar a 8, por tener top en vez de "elqueganaselollevatodo".
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFama... yo no me sé los nombres porque mi cerebro se niega a almacenarlos cuando mi compañera de hipoteca me los va desgranando, día a día. Afortunadamente, ahora no hay, pero...
ResponderEliminarPoker: Si no es strip-poker, no merece la pena. Yo dinero no, pero ropaaaa, tengo un rato :-DDDDD
Lo del sueño...¿lo hacías todo a la vez? ¡vaya virguería! :-D
Asbeel, estoy preguntando a mis nuevas compañeras de piso, pero a la única que he visto por lo pronto no le va el mus - y a su novio de dos por dos no creo que le guste tampoco -. Ya veré el resto, que he visto de pasada a dos chicas más que no se instalan hasta octubre y que están bastante bien. Mi ego va a descender hasta cotas nunca antes alcanzadas como siga rodeandome de pivones...
ResponderEliminar@Ender: Si estos se traen algún amigo que esté bueno - que mucho pedir que yo invite a amigas, pero de traer amigos nada -, no te preocupes que ya me ocuparé yo que sea strip poker... XDDDD