Recientemente, pese a todas las pegas que le ponía, me hice por fin una cuenta de Tuenti. No es que tenga nada en contra de las redes sociales, aunque tampoco puedo decir mucho a favor de ellas aparte de que son una bonita manera de que las adolescentes luzcan sus cuerpos sin necesidad de que las contraten en la Playboy, y de que las ex-novias sufran los comentarios y fotografías de felicidad de sus ex-parejas y sus actuales novias. Pero el caso es que una amiga estuvo haciéndonos fotos una noche en un bar, y como sólo sube las fotos a su cuenta de Tuenti, me hice una cuenta para poder verlas. Eso es tener fuerza de voluntad, ¿que no? Tras mirar las fotos y guardar aquellas que más me gustaron, no volví a mi cuenta de Tuenti en un tiempo. Pero los de Tuenti son muy listos, y te mandan correos a tu cuenta de correo electrónico para que sepas lo que te estás perdiendo y te pique la curiosidad. Y a mi me picó la curiosidad cuando vi los nombres de dos chicas en cuestión que me habían agre...