Ir al contenido principal

Meh

Recientemente, pese a todas las pegas que le ponía, me hice por fin una cuenta de Tuenti. No es que tenga nada en contra de las redes sociales, aunque tampoco puedo decir mucho a favor de ellas aparte de que son una bonita manera de que las adolescentes luzcan sus cuerpos sin necesidad de que las contraten en la Playboy, y de que las ex-novias sufran los comentarios y fotografías de felicidad de sus ex-parejas y sus actuales novias.
Pero el caso es que una amiga estuvo haciéndonos fotos una noche en un bar, y como sólo sube las fotos a su cuenta de Tuenti, me hice una cuenta para poder verlas.


Eso es tener fuerza de voluntad, ¿que no?


Tras mirar las fotos y guardar aquellas que más me gustaron, no volví a mi cuenta de Tuenti en un tiempo. Pero los de Tuenti son muy listos, y te mandan correos a tu cuenta de correo electrónico para que sepas lo que te estás perdiendo y te pique la curiosidad.
Y a mi me picó la curiosidad cuando vi los nombres de dos chicas en cuestión que me habían agregado como amiga, y que coincidían con dos de mis compañeras de colegio.


He de decir que debido a que al pasar a primero de B.U.P. me cambié de instituto, y al dulce hecho de que cuando me cruzaba con los chicos de mi antigua clase se burlaban de mi porque con quince años aún no tenía novio, evité en la medida de lo posible acercarme al colegio, así que prácticamente no he sabido nada de nadie de los que conocí allí desde que terminé primaria.


Y ahora, con veintisiete tacos, van y me agregan... hombre, no es que me alegre, pero tampoco me da por ponerme a llorar. Eran chicas muy simpáticas, y sí que me agradaría saber de ellas, aunque fuera por internet. Ya se sabe, hay que tener amigos, aunque sea en el infierno... Razón por la cual aún mantengo amistades con según qué personas, dicho sea de paso.


Lo primero, el taco pertinente seguido del "¡pero cuánto tiempo!" - yo es que soy así de mal hablada -. Lo segundo, preguntarles qué ha sido de su vida. Tampoco me espero que hayan descubierto la cura para el cáncer, pero cuando una de ellas me dice que lleva viviendo en Valencia cuatro años, y la otra que tiene un nene de siete, casi me caigo de la silla.
Y no sólo porque sea demasiado pequeña para mi culo y tenga que hacer malabares para estar sentada sobre ella.


O sea, que todas tenemos la misma edad, y míralas a ellas... naturalmente, lo primero que pienso de la de Valencia es que se ha mudado por un chico. Porque no me malinterpretéis, pero todas mis conocidas que se han mudado fuera de Madrid lo han hecho por algún chico.

...


Y luego han vuelto a Madrid cuando el chico las ha dejado, claro. Pero eso es otro tema.


El caso es que, una vez más, me fascina ver cómo las niñas con las que compartí mi infancia, que en mi mente siguen siendo niñas - porque para qué engañarnos, yo también me sigo viendo así -, tienen una vida llena de novedades que contarme, en la que hay viajes, parejas, familia, puestos de trabajo prestigiosos...


Y yo me pregunto... ¿en qué momento me quedé atrás? Todas están viviendo unas vidas fascinantes, y yo sigo atascada en los 16 años, sin un trabajo fijo, sin pareja estable - o al menos que me soporte más de un año -, sin haber acabado la carrera... sin haber hecho nada con mi vida más que pegar tumbos, vaya.
Vale, tampoco es que esté a las puertas de la menopausia, pero no sé... El tiempo que estoy perdiendo ahora no es tiempo que vaya a poder recuperar. Es decir, que hay una edad para cada cosa... y definitivamente, ya no tengo edad para hacer según qué cosas que, por circunstancias varias, no hice cuando debía...


Cuando me cuentan esas cosas, no puedo evitar sentirme terriblemente vieja... y terriblemente fracasada.


Comentarios

  1. Has aprendido por el camino...
    ¿un crio de 7?¿lo tuvo con 16 o así?

    ResponderEliminar
  2. Friki Chan, yo tengo 27 años, y esta chica iba a mi clase. You do the math ^^U

    ResponderEliminar
  3. pues con 20, me da igual, es pronto...

    ResponderEliminar
  4. No tiene por qué. Cada uno va a su ritmo, y si es lo que quiere, el hecho de que para una persona sea "demasiado pronto" no quiere decir que para otra lo sea.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Por qué las mujeres corren con las piernas juntas?

Me prometí a mi misma que no comentaría nada de esto en mi blog, porque ya bastante fama de misógina tengo como para encima echar más leña al fuego, pero es que todos los días viendo este extraño comportamiento ya clama a los dioses... Que os lo habéis ganado a pulso chicas, yo lo siento pero es así ._.U Para variar, esta entrada va dirigida a las que se den por aludidas directamente, y a nadie más. Si al leerlo piensas "¿yo hago eso?", está claro que no va por ti XDD Y siempre desde el cariño y sin ánimo de ofender, espero que os lo toméis como lo que es, una sátira. ................................. Siempre que veo a una mujer - o joven, o niña, o aborto mal completado - correr, ya sea para coger el metro, persiguiendo al petardo de la pandilla, o cruzando por un semáforo en rojo, me fijo en que nunca doblan las rodillas. Dan saltitos con las piernas prácticamente rectas, como si caminasen pero intentando ir rápido. O como si alguien les hubiese atado las rodillas con una c...

Harta

Estoy harta. Muy harta. Me hartaba cuando me decíais cómo debía vivir, y me callaba. Me hartaba cuando me enumerabais todo lo que era bueno o malo para mi, y me callaba. Me hartaba cuando me decíais qué fallaba en mi manera de ser, qué fallaba en mi vida, por qué no era feliz, y me callaba. Me callaba y agachaba la cabeza incluso cuando me enseñabais el tono en el que debía hablarle a los demás. Y vosotros, con vuestro inconmensurable ego sacado de Dios sabe dónde, creíais que lo hacía no por educación - cosa de la que a todas luces vosotros carecéis -, sino porque teníais razón. No os parabais a pensar que quizá lo que para vosotros era tan bueno a mi igual me parecía una mierda; simplemente "sabíais" que las cosas se debían hacer como las hacíais vosotros. Cuestionabais mi modo de vida delante de gente que me era querida y me valoraba, y no sólo me heristeis a mi, sino que hicisteis que quien os oía comenzase a pensar lo mismo que vosotros. Y aún así me callaba. Habéis hech...

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...