Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono.

Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60 euros que yo había pagado por un abono que no se me había entregado. O sea, que el mismo papelito decía que ya habían admitido su error.

Aunque que en vez del abono me dieran un papelito, de primeras, me resultó frustrante, porque habría sido mucho más fácil que, ya que lo había pagado, me dieran ellos el abono, y luego el dinero que había que devolverme se lo ingresasen ellos. Pero como el operario me aseguró que el ingreso se haría efectivo en dos días, no dije nada. Total, el abono no lo necesitaría hasta el lunes siguiente, no había ninguna prisa.

A jueves, y sin ver el ingreso hecho efectivo en mi cuenta, empecé a ponerme nerviosa. Como el operario que me atendió el lunes me dijo que si el jueves no tenía el dinero volviese a preguntar, eso hice, y la operaria, sin saber responderme, y afirmando que eso de los dos días en ingresar el dinero era mentira, que se tardaba más, me dio un plano de metro cuando le pregunté a dónde tenía que llamar para quejarme, y me señaló el 902 que aparece en él.

Al día siguiente llamé a ese número, y el operario, confundido, me comunicó que aquel sólo era un número de información, y que, efectivamente, las "reclamaciones" tardaban 15 días en gestionarse. Cuando le pregunté qué debía hacer para quejarme, me remitió a las taquillas de metro.

Ya bastante indignada, llamé a la OCU, donde me dijeron que Metro de Madrid tenía todo el derecho a tardar 15 días en ingresarme el dinero que me cobraron por un producto que no me dieron. Que estaba estipulado, y que no me preocupase que el dinero me lo ingresarían a mediados de Junio, y que si no tenía dinero para el abono a día uno, se lo pidiera a un amigo o a un familiar.
Desconozco si los amigos y familiares de la abogada que me atendió le prestarían a ella diez mil cien pesetas, pero los míos no están en esa situación. Porque no estamos hablando de veinte euros, estamos hablando de sesenta. Sesenta que, por cierto, yo ya he pagado.

Hoy, lunes uno de Junio, el dinero aún no está en mi cuenta, y, tal y como predije el día anterior hablando con unos amigos, no he cobrado (pero sí que me han pasado todos los recibos, para eso sí que han sido puntuales). Los operarios de la RENFE y el Metro no me han dejado pasar "sólo" presentando el justificante de pago del abono, la "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", la tarjeta de crédito y el DNI; y yo no tenía dinero para coger el transporte público para ir al trabajo. O sea, que como Metro de Madrid no ha sido capaz de expedirme mi abono transportes a siete días después de que yo lo haya pagado, he estado a punto de no poder ir al trabajo, arriesgándome a perder mi empleo porque los operarios que trabajan en Metro de Madrid no han sido capaces de darme un producto por el que yo pagué hace una semana.

Me quejo, en primer lugar, porque por culpa de una mala gestión, me arriesgo a perder mi empleo. Porque, repito, yo no puse una reclamación - bueno, de hecho, el viernes SI que puse una -, sino que se me dio un justificante de que se me debía ingresar dinero. Eso no es una reclamación, es un recibo. Y no creo que para hacer efectivo un recibo se tarde más de siete días, sobre todo teniendo en cuenta que el lunes es primero de mes y existe la posibilidad de que no pueda ir a mi lugar de trabajo al no disponer de otros 60,60 euros para comprar otro abono. No era tan difícil expedirme el título de transportes válido y luego reingresarse ellos el dinero, porque estoy segura de que si ellos estiman que yo puedo prescindir de abono transportes hasta el día 10 del mes, desde luego ellos tampoco lo necesitan.

En segundo lugar, me da la sensación de que se están riendo de mi. Llame a donde llame me dicen que no puedo hacer nada, que las "reclamaciones" tardan en tramitarse, y que pida dinero a un amigo. O bien los que hablan conmigo en esos términos son todos residentes en la Moraleja, o viven en el mundo de la piruleta, porque a día de hoy, soltar 120 euros en menos de una semana, a fin de mes, teniendo que pagar alquiler y facturas de teléfono, luz, gas y agua, es poco menos que un chiste malo. Y pensar que alguien con los mismos gastos va a darte esa misma cantidad es igual o más gracioso.

Es por eso que me quejo. Me arriesgo a perder mi trabajo porque Metro de Madrid no ha sido capaz de efectuar un pago QUE ADMITIÓ QUE DEBÍA HACER HACE SIETE DÍAS, y nadie es capaz de admitir que se han comportado como unos impresentables.

Sin nada más que decir, me despido. Un saludo.