Recientemente he ido a ver Pacific Rim. He de decir que incluso con todos los agujeros de guión, flipadas y sobreactuaciones, me ha encantado. Me pareció un peliculón, y a la semana siguiente volví a verla en versión original, porque yo lo valgo. En el segundo visionado me fijé en que en la película salía gente. Y demasiado rato, en mi opinión. Pero ya que no iba a fliparme tanto con las peleas porque ya me las sabía, me dediqué a ver lo que les pasaba a los humanos. Y he de decir que salí muy contenta con el personaje de Mako Mori, porque en una película diseñada específicamente para hombres habían metido a una coprotagonista femenina que ni enseñaba cacho, ni era una rubia oxigenada, ni se terminaba liando con el prota. Pero tampoco lo pensé mucho rato. Había ido a ver una peli con un argumento trillado hasta la nausea, con homenajes al kaiju enga que rayaban en el plagio y con unas peleas con las que Michael Bay solo podría llegar a soñar, no una crítica social ni un es...