No sé exactamente cómo empezar a exponer esto. Lo único que sé es que de pronto tengo unas ganas tremendas de escribir sobre ello. Un año. Efectivamente, era lo que todos mis amigos - que también son amigos de ella, y por eso hablaban con conocimiento de causa - le vaticinaban a aquello, y lo que yo, que lo he vivido en mis carnes, preveía que tardaría él en cansarse de su nuevo juguetito. Así que yo tenía razón. Así que no era nada especial, ni yo era peor que ella, ni lo nuestro había sido una mentira porque él había vuelto a salir con una chica clavadita a todas las demás con las que había estado, aparte de mi. Ha sido exactamente igual que con todas; ha jugado con ella mientras le duraba la novedad, y cuando se ha cansado de ver la misma persona arrodillada frente a él cada vez que se corría, ha pasado de ella. Exactamente igual que con las anteriores. Exactamente igual que conmigo. Desconozco si habrá sido sólo aburrimiento, o porque la relación empezaba a exigir algo de él, porqu...