Ir al contenido principal

LeetWagon

Nada roto. Un bonito moratón en las costillas que ahora mismo me da más miedo que una peli de terror japonesa. Una semana de baja.

Y la furgoneta más guay del mundo aparcada frente a mi portal.


No puedo escribir. Entre otras cosas porque no tengo portátil - bueno, sí, pero escachuflado desde hace más de un año - y estar sentada me reporta unos dolores en las costillas que no se los deseo ni a mi peor enemigo.

Hasta mañana.

Comentarios

  1. cuidadín con la publicación de matrículas, que no sé si es legal...

    ResponderEliminar
  2. y por cierto, yo hoy estoy cortísimo o no veo nada reseñable en la matrícula... que alguien me saque de mi idiotez supina.

    ResponderEliminar
  3. Supongo que se referirá al leet speak, escribir con numerajos, símbolos y chorradillas varias, o como lo quieras llamar. O también puede que sea un número de algún capitulo de Lost de las últimas temporadas, que me estoy saltando por el bien de mi salud mental xD

    ResponderEliminar
  4. Poco gamer veo por aqui xD.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Leet

    ResponderEliminar
  5. Os dejo mejor este que es mucho mas completo.

    http://en.wikipedia.org/wiki/Leet

    ResponderEliminar
  6. El Leet, también conocido como "L337 speak"... elemental, querido watson, una vez se tiene por donde empezar (gracias, Kagemaru y Asbeel)

    ResponderEliminar
  7. He editado la foto para que sólo se vea el número... no sé si esto será más o menos correcto que antes, pero al menos no se ve el modelo de coche ni las letras ._.

    Sí, es 1337 speak. Jugar al World of Warcraft puede hacer que uno se convierta en un asocial... pero también se aprenden cosas! :P Es que ayer no estaba de humor ni para explicarlo ._. Pero hoy me duele un poco menos, a ver si me animo y aunque sea pongo a parir a alguien XD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...

Harta

Estoy harta. Muy harta. Me hartaba cuando me decíais cómo debía vivir, y me callaba. Me hartaba cuando me enumerabais todo lo que era bueno o malo para mi, y me callaba. Me hartaba cuando me decíais qué fallaba en mi manera de ser, qué fallaba en mi vida, por qué no era feliz, y me callaba. Me callaba y agachaba la cabeza incluso cuando me enseñabais el tono en el que debía hablarle a los demás. Y vosotros, con vuestro inconmensurable ego sacado de Dios sabe dónde, creíais que lo hacía no por educación - cosa de la que a todas luces vosotros carecéis -, sino porque teníais razón. No os parabais a pensar que quizá lo que para vosotros era tan bueno a mi igual me parecía una mierda; simplemente "sabíais" que las cosas se debían hacer como las hacíais vosotros. Cuestionabais mi modo de vida delante de gente que me era querida y me valoraba, y no sólo me heristeis a mi, sino que hicisteis que quien os oía comenzase a pensar lo mismo que vosotros. Y aún así me callaba. Habéis hech...

Mi primera cita a ciegas

Como últimamente no salgo de casa, y de camino al curro y de vuelta a casa el catálogo de cosas raras que me puede pasar es muy limitado, tendré que empezar a desempolvar alguna que otra escena de mi trastorna... asoci... esto... de mi adolescencia. ........................................................ Cuando rozaba la veintena - más bien por abajo que por arriba - mi amiga Patricia me organizó un par de citas a ciegas. Citas que organizó con la mejor de las intenciones, y que tuvieron un resultado fantástico. Si es que quería que me hiciese lesbiana, claro. Un día Patri le estaba intentando organizar una cita a ciegas a un amigo de un amigo que conoció por Internet - allá por los tiempos en que tener un módem de 56Kb era lo más -. Como todas las amigas libres de Patricia le dijeron que no, supongo que antes de comenzar a proponérselo a los hombres se le ocurrió que yo también era una mujer, y me lo preguntó. Antes de proseguir, añado un dato. Unas pocas semanas antes de lo que cuen...