Túlokestás viendo... turururururu...

Se abre el telón. aparecen dos figuras de gatos, de esos que están de pie sobre sus patas traseras y tienen una de sus patas delanteras móviles y en continuo balanceo. Las figuras están una frente a otra. Se oye una voz de fondo que repite una y otra vez: "Piedra, papel, tijera, un, dos, tres!" seguido de exclamaciones de cansancio porque los dos gatos llevan toda la mañana sacando piedra.

Se vuelve a abrir el telón. Aparecen dos peces en una pecera de estas pequeñajas y redonditas. Un pez está muy quieto, como si fuera atrezo, y el otro que no para de moverse. De nuevo, una voz en off que asegura que había una salida por ahí el día anterior, y que él la va a encontrar por sus narices.

Telón abierto de nuevo. Pingüinos tirándose al agua, de uno en uno. La voz en off que, cada vez que un pingüino va a saltar, grita "¡que vuelo, que vuelo!" y cuando cae al agua, dice "Pos no he volao". Y al final, con una panorámica de una planicie infestada de pingüinos, la voz en off de nuevo: "Venga chicos, que somos cuatro millones. Esto es pura estadística, uno de nosotros vuela seguro"

Abrimos el telón. Una marioneta de un cerdo con alas revolotea por el escenario. Una serie de voces en off repiten "Tu lo que estás viendo es un cerdo volando" unas cuantas veces, para terminar haciendo una variación: "Tu lo que estás viendo es un cerdo volador".

Ahora sería pertinente preguntar qué tienen en común estas cuatro escenas. Y si uno ha vivido en una burbuja en los últimos ocho meses, lo primero que hará será encogerse de hombros y mirarme como si estuviese loca. Cosa que en la vida real sucede muy a menudo, pero ahora estamos hablando de un supuesto.

A continuación, seguramente, uno sugeriría cosas como que han salido de los sueños enfermizos de un drogadicto con tres semanas de mono tras haberse metido una sobredosis de cocaína de una pureza extraordinaria. Sobre todo la del cerdo volador.
Otra hipótesis barajable es que es el conjunto de dibujos de fin de curso de unos estudiantes de párvulos, tras haberles cambiado el zumo de naranja Tang por calimocho.
Como he salido tres años con un depresivo crónico que ha estado en un centro de día para casos agudos de trastornos psicológicos (sí, un crónico en un centro para agudos), y me ha contado muchas cosas, también podría aventurar que lo que tienen en común las anteriores escenas es que han salido de un brainstorming entre una anoréxica, un bipolar, una paranoica, y un chaval con TOC (diría también un depresivo, pero es demasiado típico).
O también podrían habérseme ocurrido a mi en una noche de borrachera, si se me hubiera dejado desbarrar el tiempo suficiente, y nadie - ni hombre ni mujer ni perro - hubiese hecho caso de mis descaradas insinuaciones.

Pero no. Esas criaturitas de Dios han salido del cerebro de un puñado de creativos, a los que seguramente se les ha pagado más de lo que yo cobro en medio año - y ya puestos, también en un año - por haber vomitado esas ideas de sus agonizantes cerebros, cual si de un cuadro de Dalí se tratase, para un anuncio de cervezas.

Está claro que el mundo se está acabando. Voy preparando el tanto, por si las moscas.


La propina la pongo cuando llegue a casa del curro, que la página de la que saco las imágenes me la capa el proxy.

EDIT: Propina al canto ->

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