Ir al contenido principal

Vivencias de un Jubilado

Mi padre tiene un blog.

Lo que de por sí no es nada del otro mundo, hay un montón de gente que tiene blogs, sin importar sexo, edad o profesión.

El problema es que como nadie comenta - algo normal, dado que apenas ha posteado desde que tiene el blog, y no le ha comentado a nadie que tiene un blog >.< - dice que para qué va a postear, que eso será que no le interesa a nadie. Primero le he dicho que la gente normalmente no comenta aunque lea los blogs, y luego le he dicho que es normal que nadie se pase, si no postea casi, y además no lo publicita.

Como sé que él ni se va a molestar, pues ya me ocupo yo de hacerlo. Ya lo comenté hace bastante tiempo por aquí, ahora lo vuelvo a poner: Vivencias de un Jubilado basicamente es un blog donde mi padre pone todas las "cartas al director" que escribe pero que nunca le publican en los periódicos.

A ver qué os parece :P


Comentarios

  1. Le voy a colocar un contador de visitillas en el blog para que aunque la gente no comente, vea que sí que hay actividad, aunque sea poca ^^U

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una por partes (4)

Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s...