Ir al contenido principal

El color de la sangre

Jamás he visto una prenda de ropa que tenga exactamente el color de la sangre. El color brillante, podría decirse que provisto de vida, pulsante, cálido, de una gota de sangre. Obvio los destellos de la luz cuando se refleja en ella, porque aparte del vinilo, pocas telas he visto que reflejen la luz como si de cristal se tratara.
En eso pienso cuando veo la siguiente gota caer, lentamente, sobre el charco que se ha formado bajo mi cuerpo. Son curiosas las cosas en que piensa uno cuando se está desangrando. No puedo dejar de maravillarme por la belleza del líquido que sale de mi pecho.
Como los ventanales del almacén miran al Oeste, el sol de media tarde le va arrancando destellos dorados. Hace un rato, la luz era blanca; ahora es anaranjada. Y también la tonalidad de los reflejos en la sangre va cambiando de color.
Cómo vibra toda la superficie cuando cae una gota nueva, cómo los brillos en su superficie ondulan como si de otra capa líquida se tratase... me imagino navegando en un lago de sangre, cual siniestro gondolero, y la visión me resulta tan hermosa... Lamento que en los rios y los lagos de este mundo solo haya agua, con sus colores azul y verde pardusco.
Hace un rato que no cae ninguna gota nueva... ¿me habré desangrado entera por fin? Me sorprendo de mi propia serenidad al sopesar la cercanía de mi muerte. Leí en algún libro que cuando una persona se desangra le entra sed, pero yo estoy tan extasiada observando la belleza del charco que mi propia sangre ha formado a base de caer, gota a gota, durante horas, que no siento nada. Quizá ya estoy muerta, y por eso las sensaciones corporales me son ajenas.
Me pesan los párpados, pero no quiero cerrar los ojos. No quiero perderme un solo segundo del avance de la luz del ocaso sobre la sangre... La luz es rojiza ahora, casi se ha extinguido, y se refleja sobre el charco con un rojo negruzco, casi negro. Pronto se habrá terminado; se pondrá el sol, y ya no habrá más destellos. La sangre se apagará, y sólo será un manchurrón oscuro sobre la caliza del suelo... Pero yo quiero disfrutar de cada instante esos destellos, ese color, incomparable a cualquier otro, ese calor que parece emanar de él...
El sol se ha puesto. Permanezco atenta aún unos momentos, pero efectivamente, el color ha muerto. Es una lástima que su belleza expire tan pronto. Pero al menos ya no hay peligro de perderse algún hermoso destello si cierro los ojos, que cada vez me cuesta más tener abiertos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...

Los manuales son para los débiles

Resulta curioso que escriba esto justo tras la entrada en la que admito que un manual en concreto me resultó útil. Pero soy mujer, contradecirme de una frase a otra es una de mis prerrogativas. Que si resulta que después de todo no era tan diferente al resto de mujeres, pues qué tontería no beneficiarme de las ventajas de ser lerd... mujer, verdad?. Esta entrada no es realmente graciosa, es sólo un chiste privado. Pero me apetecía escribirla. .................................... Mi amiga Trini se ha unido a la moda de los JASE (jóvenes aunque sobradamente emancipados), y ayer me invitó a ver su casa después del trabajo. La casa es una cucada, ya le he dicho que mejor no la pierda de vista que igual un día se despierta y se encuentra que me he llevado la casa. Lo que más me ha molado ha sido el orden de prioridades en que la está amueblando: Salvo los muebles que ya estaban, está prácticamente vacía. Sólo ha puesto una cosa en las estanterías del salón. Un tomo de Sandman. Para cenar sa...

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s...