Ir al contenido principal

Ya tengo cosas que hacer en el trabajo :3

Por fin me han traído el ordenador nuevo en el trabajo.
Al fin, después de tres meses pasando las ocho horas de jornada laboral metida en Internet, escribiendo, y aburriéndome lo indecible, puedo comenzar a dedicarme a aquello por lo que supuestamente me pagan.
Ha sido una sensación agradable. Sobre todo porque es entretenido y sencillo. No sé si es porque el proyecto con el que estamos es así, o porque como es mi "primer" trabajo de programadora no me quieren cargar con nada demasiado difícil hasta que no tenga un poco de antigüedad, no vaya a cagarla.
Y como siempre, en todo trabajo de programadora en el que comienzo, he empezado a sembrar el caos.
Mirándome cierto documento del que tengo que sacar información para hacer lo que me asignaron, he sacado ya tres contradicciones. Los dos compañeros de mayor antigüedad y el jefe de proyecto han tenido que reunirse para discutir sobre ello. El documento y los datos que nos han dado para las pruebas del programa son contradictorios. En el documento, en una de las partes que me han asignado, hay un precioso "No están definidas debido a una replanificación del proceso por parte de **** que todavía no está terminada".
Total, que el jefe de proyecto tiene que comentarle al cliente como seis cosas que debe o bien especificar, o bien concretar, o bien desambiguar (cosas que, como buen cliente, hará en tres plazos: Tarde, mal y nunca). Y el compañero que se ocupa de mi y de la otra nueva (que sí que tiene experiencia laboral, luego le mandan cosas más complicadas) ha tenido que tomarse un gelocatil.
¡Y solo es la una! ¡Me supero en cada nuevo trabajo!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una por partes (4)

Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s...