Ir al contenido principal

Salir de tapas

Hoy en el trabajo, a eso de la una y media, me ha dado un antojo. Aprovechando la jornada intensiva, se me ha antojado irme de tapeo con los amigos a la salida del curro.
He cogido el móvil, dispuesta a hacer un par de llamadas telefónicas, o quizá mandar un par de smss.
La primera persona que me ha venido a la cabeza, hoy ha pasado todo el día en el hospital porque su hermana está de parto, así que la he descartado mentalmente.
He desistido de mandar un sms a la segunda persona que se me ha ocurrido incluso antes de empezar a escribirlo. Es una persona bastante ocupada, con una vida social perfectamente comparable a la de uno de estos reyes europeos que tanto salen en la prensa rosa. Lo cual viene a decir que seguramente no podría quedar hoy, porque ya tendría planes. Además, siempre que quedo con él le acabo contando mis penas, y me da vergüenza darle un toque por si se piensa que ya le quiero usar de paño de lágrimas de nuevo.
He pensado en más posibles candidatos. Se me han ocurrido unos cuantos, pero no tengo suficiente confianza con ellos, y además no trabajan, por lo que a) ya habrían comido para las tres de la tarde, cuando yo salgo, y b) no tendrían dinero para salir de tapas un lunes sin venir a cuento.
Así que he seguido pensando. Y pensando. Y pensando.

Veinte minutos después estaba bastante consternada. No se me había ocurrido nadie a quien llamar para salir a tomar unas cervezas. Y eso a pesar de que conozco a bastante gente, y con la mayoría de ellos no me llevo mal en absoluto. Pero no había nadie de ellos con quien "quisiera" ir de cañas.
Así que han dado las tres, he recogido mis cosas, y me he ido a casa.

Necesito tener la cabeza ocupada. Pero ocupe mi tiempo como lo ocupe, si no estoy con más gente siempre acabo volviendo a mortificarme. Así que es gracioso que no se me ocurra nadie a quien llamar cuando realmente me apetece salir, y no es una simple maniobra para no comerme la cabeza.
Y lo peor es que no se me ocurre nadie a quien llamar porque no soporto estar con gente.

He pasado de ir de tapas sola, por mucho que me apeteciera, porque me parecía demasiado triste hasta viniendo de mi. Tan solo espero que, como resultado del antojo de hoy, no vaya a salirme mi primer hijo con un tercio de mahou en la frente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué las mujeres corren con las piernas juntas?

Me prometí a mi misma que no comentaría nada de esto en mi blog, porque ya bastante fama de misógina tengo como para encima echar más leña al fuego, pero es que todos los días viendo este extraño comportamiento ya clama a los dioses... Que os lo habéis ganado a pulso chicas, yo lo siento pero es así ._.U Para variar, esta entrada va dirigida a las que se den por aludidas directamente, y a nadie más. Si al leerlo piensas "¿yo hago eso?", está claro que no va por ti XDD Y siempre desde el cariño y sin ánimo de ofender, espero que os lo toméis como lo que es, una sátira. ................................. Siempre que veo a una mujer - o joven, o niña, o aborto mal completado - correr, ya sea para coger el metro, persiguiendo al petardo de la pandilla, o cruzando por un semáforo en rojo, me fijo en que nunca doblan las rodillas. Dan saltitos con las piernas prácticamente rectas, como si caminasen pero intentando ir rápido. O como si alguien les hubiese atado las rodillas con una c...

Una por partes (4)

Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....

Harta

Estoy harta. Muy harta. Me hartaba cuando me decíais cómo debía vivir, y me callaba. Me hartaba cuando me enumerabais todo lo que era bueno o malo para mi, y me callaba. Me hartaba cuando me decíais qué fallaba en mi manera de ser, qué fallaba en mi vida, por qué no era feliz, y me callaba. Me callaba y agachaba la cabeza incluso cuando me enseñabais el tono en el que debía hablarle a los demás. Y vosotros, con vuestro inconmensurable ego sacado de Dios sabe dónde, creíais que lo hacía no por educación - cosa de la que a todas luces vosotros carecéis -, sino porque teníais razón. No os parabais a pensar que quizá lo que para vosotros era tan bueno a mi igual me parecía una mierda; simplemente "sabíais" que las cosas se debían hacer como las hacíais vosotros. Cuestionabais mi modo de vida delante de gente que me era querida y me valoraba, y no sólo me heristeis a mi, sino que hicisteis que quien os oía comenzase a pensar lo mismo que vosotros. Y aún así me callaba. Habéis hech...