Hoy vamos a analizar los usos y costumbres de ese ser mitológico comúnmente denominado "familiar de un informático", que es conocido en algunos círculos como "¿peroesquetunosabesenviarunmail?", y al que en adelante nos referiremos como FI.
El FI abunda en hábitats cercanos a las tecnologías de la información. Nótese que no en dichos lugares, sino en zonas cercanas a ellos. Porque el FI adolece de cierta alergia a todo lo que tenga enchufe y teclado, ya sea este numérico, alfabético, o con formas de animales.
Se reconoce al FI por su mirar hosco cuando dirige la vista a torres de ordenadores, móviles de última generación, módems, equipos de audio, y similares. Dado que puede haber espécimenes de mirar hosco por naturaleza, si se quiere identificar a uno de ellos, cuando se crea detectar el rasgo anteriormente mencionado, se le deberá preguntar: "Qué, ¿Te gusta?" refiriéndonos al aparato tecnológico en cuestión. Si responde "¡Pero qué dices! ¡Ni borracho!", estamos indudablemente ante un FI.
En sus guaridas, el FI raramente tendrá conexión a Internet o un ordenador - ni nada que se le parezca -. Su móvil, en caso de tenerlo, será el más barato que había en la tienda.
Un comportamiento común que se puede observar en el FI es su orgullo por su total incompetencia con todo lo relacionado con las tecnologías de la información. Cuando un FI necesita echar mano de estas "totalmente inútiles" tecnologías - cosa que sucede bastante a menudo, por cierto -, su comportamiento tipo es echar mano de ese hábitat cercano que hemos mencionado al principio, y que él denomina como "hermano", "hermana", "cuñado", o similar.
Elocuciones típicas del FI son del tipo "Voy a casa de mi padre a que me imprima estas fotos, que yo no tengo ordenador", o "Le voy a decir a mi hermana que le mande un correo a la secretaría de la facultad para pedir un certificado de notas". Cobra cada vez más fuerza la teoría de que esas frases forman parte de su ritual de apareamiento.
Normalmente, el FI no se comporta así por naturaleza, aunque se han registrado casos en los que sí se da esta concordancia. Los FI no suelen nacer perteneciendo a esa especie, sino que un factor externo a ellos les hace desarrollar ese potencial: Un familiar suyo se hace informático.
Actualmente, si se puede dejar de pertenecer a la especie (análogamente a como se empieza a pertenecer a ella) es objeto de investigaciones exhaustivas por parte de los científicos de las tribus urbanas.
No se dispone de más datos fiables con respecto al FI, aunque muchas teorías no contrastadas pueden enunciarse al respecto.
El FI abunda en hábitats cercanos a las tecnologías de la información. Nótese que no en dichos lugares, sino en zonas cercanas a ellos. Porque el FI adolece de cierta alergia a todo lo que tenga enchufe y teclado, ya sea este numérico, alfabético, o con formas de animales.
Se reconoce al FI por su mirar hosco cuando dirige la vista a torres de ordenadores, móviles de última generación, módems, equipos de audio, y similares. Dado que puede haber espécimenes de mirar hosco por naturaleza, si se quiere identificar a uno de ellos, cuando se crea detectar el rasgo anteriormente mencionado, se le deberá preguntar: "Qué, ¿Te gusta?" refiriéndonos al aparato tecnológico en cuestión. Si responde "¡Pero qué dices! ¡Ni borracho!", estamos indudablemente ante un FI.
En sus guaridas, el FI raramente tendrá conexión a Internet o un ordenador - ni nada que se le parezca -. Su móvil, en caso de tenerlo, será el más barato que había en la tienda.
Un comportamiento común que se puede observar en el FI es su orgullo por su total incompetencia con todo lo relacionado con las tecnologías de la información. Cuando un FI necesita echar mano de estas "totalmente inútiles" tecnologías - cosa que sucede bastante a menudo, por cierto -, su comportamiento tipo es echar mano de ese hábitat cercano que hemos mencionado al principio, y que él denomina como "hermano", "hermana", "cuñado", o similar.
Elocuciones típicas del FI son del tipo "Voy a casa de mi padre a que me imprima estas fotos, que yo no tengo ordenador", o "Le voy a decir a mi hermana que le mande un correo a la secretaría de la facultad para pedir un certificado de notas". Cobra cada vez más fuerza la teoría de que esas frases forman parte de su ritual de apareamiento.
Normalmente, el FI no se comporta así por naturaleza, aunque se han registrado casos en los que sí se da esta concordancia. Los FI no suelen nacer perteneciendo a esa especie, sino que un factor externo a ellos les hace desarrollar ese potencial: Un familiar suyo se hace informático.
Actualmente, si se puede dejar de pertenecer a la especie (análogamente a como se empieza a pertenecer a ella) es objeto de investigaciones exhaustivas por parte de los científicos de las tribus urbanas.
No se dispone de más datos fiables con respecto al FI, aunque muchas teorías no contrastadas pueden enunciarse al respecto.
Pido un studio de los Otakus, de los Heavys, y de los "amigos informáticos"
ResponderEliminar*-* esto tiene futuro
De los otakus ya la hice (Guía de identificación Otaku, en Abril). De los heavis no voy a hacerla. Pero de los amigos informáticos sí que sé mucho... (como que soy uno de ellos XD)
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