Ir al contenido principal

Trabajo fijo de funcionario, ¡Qué guay!

¡Ala! ¡qué suerte! ¡Un trabajo fijo asegurado! Qué envidia me da, y yo que aún ando con la carrera a cuestas, buscando trabajo, y siempre preocupada por el día de mañana... Debe ser una sensación genial saber que no tienes que preocuparte por el trabajo, que lo tienes asegurado para el resto de tus días. Sí, debe ser genial saber que pase lo que pase, el estado te asegurará ese puesto de trabajo durante toda tu vida...

Ehm... Sí, es genial, de veras, eso de tener el futuro resuelto, de saber que ya no tienes que preocuparte más por qué va a ser de ti, sin la preocupación de final de contrato, o reajuste de plantilla, sabiendo que vas a conservar el mismo trabajo hasta que te jubiles...

El mismo trabajo hasta que te jubiles... Día tras día, el mismo trabajo... Quiero decir, es excelente, saber que hagas lo que hagas no pueden echarte, porque tu puesto está asegurado... Ese puesto, no uno más arriba o más abajo; simplemente, ese, por los restos...

... Día tras día, repitiendo la misma tarea una y otra vez, sabiendo que nunca va a ser diferente, que mañana será igual que hoy, que ha sido igual que ayer...

Que tu vida ha llegado a su punto álgido, y a partir de ese momento va a mantenerse exactamente igual hasta el día de tu jubilación, sin estimulación intelectual, sin ambición, sin ninguna otra meta que conseguir, porque la meta era asegurarse un futuro, y ya que se ha logrado, no queda nada más que dejarse llevar por la monotonía, sin preocupaciones, sin emociones, sin...

No me malinterpretéis, sigo pensando que es genial... Dejar de preocuparse por tener que luchar para llegar vivo al final de cada día... Dejar de tener que superarse a uno mismo para que reconozcan su trabajo y su esfuerzo, quizá con un aumento, o quizá con una triste palmadita en la espalda... Poder vivir tranquilo, sabiendo que el futuro no te depara absolutamente ninguna sorpresa, ni buena ni mala, porque todo va a seguir igual a no ser que tú decidas lo contrario, y ese caso no se va a dar...

Dios Santo, no permitas que yo acabe igual...

Comentarios

  1. Hay quien opina que son la lacra del estado, porque al tenerlo asegurado no se esfuerzan...
    Veo que sois más los que opinais así ^^

    ResponderEliminar
  2. No, si me parece cojonudo lo de tener un trabajo fijo como funcionario. De hecho, me alegro un montón por la persona que me lo comentó, en serio. Pero es como esos zapatos de punta afilada que están tan de moda: Les quedan geniales a otras, pero a mi ni se me ocurriría probármelos ^^U

    ResponderEliminar
  3. Oye oye, que yo aspiro a ser funcionario xD.

    El trabajo de funcionario NO es monótono. Un trabajo monótono es uno que implica hacer UNA actividad de forma monótona repetitiva. Yo soy delineante (estudiando para topógrafo) y mi trabajo puede parecer monótono, tirar líneas en un pograma infommatico pa q los ingeñeros ten contentos. Pero nunca sabes que vas a hacer. Puede que hoy te toque una carretera que comunica Celanova con Portugal como puedes dibujar el nuevo barrio de Santiago. Y eso es igual en una empresa normal q en el funcionariado ^^. Alégrate, tu vida será más estable.

    Y si un día te apetece, fichas y te vas pa casa :P. Ay... que jujo funcionario

    ResponderEliminar
  4. Jou, lo siento ._. En concreto, el trabajo al que me refería sí que es repetitivo. Creo que más bien me estaba refiriendo al tipo de trabajo, no a ser funcionario en sí mismo... porque digo yo que trabajos repetitivos hay en todas partes, no?
    Además, a mi me da mucha grima pensar que algún día me voy a quedar sin estímulos o sin metas que perseguir... por eso me dio tanta grima cuando este amigo me dijo lo de su trabajo ._.
    ¿Delineante? Mi primo también lo es. Y mi padre es aparejador ^^ Mola un montonazo ese trabajo, la verdad ^^
    Y sí, el tema de que nadie te controle en el curro es lo que más envidia me da... ._.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cosas para hacer bulto mientras se me ocurre algo

Estoy fascinada. Llevo más de dos semanas de convivencia con otras cinco chicas, en una casa que si bien de modo absoluto es desproporcionadamente grande, al añadir el dato de que alberga a seis féminas se vuelve de tamaño medio. La segunda ducha - ahora ya está demostrado, con voltímetro y notario incluidos - da calambre, así que sólo tenemos un cuarto de baño completo para ducharnos. El suelo de tarima flotante tiene complejo de capa tectónica y no para de ondularse y abombarse por todos lados. Durante dos terribles días el fregadero y la lavadora se declararon en huelga y se negaron a expulsar agua por sus respectivos desagues. Internet sólo va como Dios manda en el salón, y en las habitaciones nos dedicamos a conectarnos a las redes no seguras que estén detectables en cada momento - menos yo, que como mi habitación no es exterior no cojo ninguna -. El extractor de la cocina sólo funciona cuando el calentador está parado y las luces secundarias de la cocina apagadas. Vamos, que no p

Crónica de una búsqueda de piso - Tercera entrega: Como toda trilogía, la tercera parte es la última

Sí señores, parece que ya tengo un lugar a donde irme a vivir cuando me vaya de la trampa psicológica en la que se ha convertido mi actual hogar. Y es una pena, porque tras cada mudanza paso por un periodo de adaptación que suele durar entre dos y tres meses, durante los cuales estoy bastante de los nervios porque no reconozco mi hogar en el sitio en el que vivo. Y ya llevo tres mudanzas en menos de un años. Echad cuentas de cuántos meses he estado de los nervios. .. ........................................ Primera parte aquí Segunda parte aquí Viernes. Ese día tenía concertadas tres visitas a pisos: Un ático a compartir con otras tres chicas a las seis y media, un piso a compartir con una francesa y una inglesa a las siete y media, y otro a compartir con dos chicos y una chica a las ocho y media. Tras una agradable comida con Trini y un no menos agradable paseo por el abrasador sol de Madrid centro, cogí el autobús en Guzmán el Bueno en dirección a Argüelles, la zona donde estaban los

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s