Ir al contenido principal

Feliz Navidad ^^

Me gusta la navidad.

No, no me gusta porque sea especialmente religiosa. Tampoco porque me guste que me hagan regalos, o porque haya días de fiesta a patadas. Ni siquiera por la paga extra (bueno, por eso quizá un poco).

Me gusta por el ambiente que hay cuando uno sale a la calle: La gente vestida con abrigos que hacen que parezcan el doble de gruesos de lo normal, paseando en parejas o grupos por la calle, riendo, hablando más alto de lo normal, cargando enormes bolsas llenas de comida o regalos, o llevando diademas de reno, gorros de Papa Noel, o pelucas de colores. Niños empaquetados en gorros, bufandas, guantes y anoraks, con los ojos abiertos como platos contemplando los adornos navideños de las calles. Puestos de castañas asadas y mazorcas de maíz. Bocadillos de calamares y las aglomeraciones frente al Cortilandia (algo tan madrileño que muchos no sabrán a lo que me refiero)...

Me gusta ver Madrid iluminado por esas lucecitas tan horteras que siempre dan que hablar y cuyo mal gusto se comenta en las noticias durante una semana. Me pone de buen humor pasear por la Gran Vía embutida en mi plumas, viendo cómo mi aliento se convierte en vaho nada más salir de mi boca y mi nariz. Me gusta pasear por los centros comerciales y contemplar el frenesí consumista que invade a madres en particular, y a todos en general.

¿Y sabéis qué es lo que más me gusta? Cuando se acerca una fiesta, todo el mundo suele desearse que lo pasen bien. Pero en navidades, la gente se desea felicidad. ¿Nunca os habéis fijado? No dicen "pasa buena navidad", dicen "feliz navidad". Es una pequeña diferencia de matiz, pero aunque muchos lo hayan pasado por alto, que a mi me deseen que sea feliz me hace pensar que el ser humano no es tan malo como parece, cuando aunque lo diga sin darse cuenta del significado de sus palabras, les desea a los demás ser felices, y que tengan prosperidad en el futuro.

Así que feliz navidad a todos, y próspero año nuevo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cosas para hacer bulto mientras se me ocurre algo

Estoy fascinada. Llevo más de dos semanas de convivencia con otras cinco chicas, en una casa que si bien de modo absoluto es desproporcionadamente grande, al añadir el dato de que alberga a seis féminas se vuelve de tamaño medio. La segunda ducha - ahora ya está demostrado, con voltímetro y notario incluidos - da calambre, así que sólo tenemos un cuarto de baño completo para ducharnos. El suelo de tarima flotante tiene complejo de capa tectónica y no para de ondularse y abombarse por todos lados. Durante dos terribles días el fregadero y la lavadora se declararon en huelga y se negaron a expulsar agua por sus respectivos desagues. Internet sólo va como Dios manda en el salón, y en las habitaciones nos dedicamos a conectarnos a las redes no seguras que estén detectables en cada momento - menos yo, que como mi habitación no es exterior no cojo ninguna -. El extractor de la cocina sólo funciona cuando el calentador está parado y las luces secundarias de la cocina apagadas. Vamos, que no p

Crónica de una búsqueda de piso - Tercera entrega: Como toda trilogía, la tercera parte es la última

Sí señores, parece que ya tengo un lugar a donde irme a vivir cuando me vaya de la trampa psicológica en la que se ha convertido mi actual hogar. Y es una pena, porque tras cada mudanza paso por un periodo de adaptación que suele durar entre dos y tres meses, durante los cuales estoy bastante de los nervios porque no reconozco mi hogar en el sitio en el que vivo. Y ya llevo tres mudanzas en menos de un años. Echad cuentas de cuántos meses he estado de los nervios. .. ........................................ Primera parte aquí Segunda parte aquí Viernes. Ese día tenía concertadas tres visitas a pisos: Un ático a compartir con otras tres chicas a las seis y media, un piso a compartir con una francesa y una inglesa a las siete y media, y otro a compartir con dos chicos y una chica a las ocho y media. Tras una agradable comida con Trini y un no menos agradable paseo por el abrasador sol de Madrid centro, cogí el autobús en Guzmán el Bueno en dirección a Argüelles, la zona donde estaban los

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s