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Otro año que se acaba

Como según van las cosas parece evidente que voy a llegar viva al año que viene, y aprovechando que el jefe ahora mismo no me vigila, voy a tener un alarde de originalidad, y hacer balance de estos últimos doce meses.
¿Qué decir del año que nos deja? Pues así, de primeras, que menos mal que se acaba. Llega a durar un mes más y no garantizo haber llegado a nochevieja. Demasiadas cosas, tanto buenas como malas, para una recién rehabilitada a la no demasiado sana costumbre de vivir. Yo quería un añito tranquilo, sin demasiados contratiempos, a ser posible en el que todo se quedase igual que como había acabado el año anterior. Y si me pongo a hacer recuento, de hace doce meses no conservo ni la talla de pantalón.
Pero en fin, kilos no es lo único que he ganado. Y no todo lo que ha venido ha sido malo, así como no todo lo que se ha ido era bueno.... aunque eso no quiere decir que no lo vaya a echar de menos.
Tantas cosas han acabado, tantos planes se han truncado, tanto ha cambiado todo... Casi tanto como cosas han comenzado este año, planes se han retomado, e ilusiones se han recordado. Tantas que no me queda otra opción que admitir que, por primera vez en bastante tiempo, espero con ilusión que llegue el nuevo año. Y no solo para poder estrenar mis calendarios del Worl of Warcraft, dicho sea de paso. Se han puesto en marcha demasiados engranajes, me parece a mi, como para que en el 2009 se paren sin más todos de golpe.
En fin. Ya veremos lo que sucede. Por lo pronto, aún sigo por aquí. A ver por cuánto tiempo, pero aquí sigo.

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