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Mostrando entradas de enero, 2009

Fanfic de Slayers

Un fanfic de Slayers que escribí cuando contaba quince años. Me había olvidado de que lo escribí, hasta que una amiga lo encontró navegando por internet . Lo posteo tal cual lo escribí, y ni lo voy a revisar ni lo voy a reescribir, por respeto a mi misma y a mi trabajo cuando era cría. Ale , espero que os guste. --------------------------------------------- Lina se despertó sobresaltada. Tenía un mal presentimiento. Asustada, se levantó de la cama y salió a toda prisa de la habitación, sin ni siquiera ponerse las zapatillas, y se dirigió al cuarto de Gaury . Llamó a la puerta, nerviosa. - ¿ Gaury ? No hubo respuesta. La pelirroja giró el pomo de la puerta, deseando con todas sus fuerzas que la causa de que no hubiera respuesta fuera que su compañero estaba dormido. Conteniendo el aliento, entró en la habitación. Todo allí estaba perfectamente recogido. Parecía que la estancia no estuviera ocupada. Y de las cosas del espadachín no había ni rastro. Una criada más bien anciana y ent...

Los ricos siempre serán ricos

Esa frase me vino a la cabeza ayer, tras salir de una entrevista, recorriendo la calle Orense desde Tetuán hasta Nuevos Ministerios, al pasar por delante de un restaurante de comida americana y oriental que tenía pinta de todo menos de barato. Se me ocurrió lo raro que era que, con tanta crisis sobre nuestras cabezas, todas esas enormes tiendas siguieran abiertas y con una gran afluencia de público... y entonces se me encendió la luz: "Es que los ricos siempre serán ricos, no importa la crisis que haya". Pero el pensamiento no se quedó ahí, sino que siguió adelante, quizás propiciado por el estado de ánimo en el que me encuentro, en plena búsqueda de trabajo: Sí, los ricos siempre serán ricos, no importa la crisis que haya, y por descontado que los pobres seguirán siendo pobres, no importan las medidas económicas que se tomen. Los únicos que son dueños de su futuro, los únicos que tienen algún margen de decisión en lo que les sucederá mañana, son los que están entre esas do...

Cuando los dioses eran benévolos...

Hubo un tiempo en que los tickets restaurante abundaban en la tierra. Corrían los tiempos en los que los empleados de recursos humanos no mentían a los aspirantes a puestos de trabajo. En aquella época de cuya existencia sólo tenemos constancia a través de la mitología, cada trabajador recibía una billetera de tickets restaurante al mes, nunca había escasez de ellos, y había gran regocijo. Pero llegó el día en que el padre se volvió avaricioso y se volvió contra su hijo, y aprovechándose de su mayor edad y experiencia, comenzó a robar y acaparar para sí los tickets de sus hijos. Así, el padre tuvo abundancia mientras el resto de la prole moría de hambre y frío, y la tribu se extinguió. Hoy, los dioses niegan a los trabajadores su sustento de tickets restaurante, aún cuando sus profetas, los empleados de recursos humanos, no cesan en su empeño de profetizar la inminente venida de la abundancia de ellos. Si un hijo desea una billetera, debe superar una lucha ritual de quince días con sus...

Ataque de celos informáticos

El otro día, mi ordenador tuvo un ataque de celos. Ya me había puesto cómoda y me disponía a perder un rato de lo que me quedaba de noche mirando el correo y jugando al World of Warcraft, cuando de pronto, por los altavoces se oyó una voz femenina llena de rencor. "Ya no lo aguanto más" De primeras no acerté a adivinar de dónde venía la voz, así que pegué un bote en la silla, alarmada. Mi ordenador continuó su lamento. "Me he estado callando todos tus desprecios, pero esto ya es demasiado" Noto que la voz sale de los altavoces, y pensando que es algún pop up con publicidad, cierro todas las ventanas del navegador. "Ah no, ¡me niego a que sigas fingiendo que no sucede nada!" Sorprendida, se me ocurre preguntar en voz alta: "Eh... ¿eres mi ordenador?" "¡Pues claro que soy yo!", obtengo por respuesta. "¿Qué te pensabas, que iba a quedarme siempre callada en casa mientras tú te tiras todo el día con esas furcias, que Dios sabe por cuán...

Lista de propósitos para el 2009

Como todos los años, me he hecho una lista de buenos propósitos para este 2009, quizá igual de tópica que la de todos los demás mortales, y que me tomo tan en serio como el que más... aunque todos los años anteriores me he solido olvidar bastante pronto de ella. Este año, para que os podáis carcajear de mi si no los cumplo, voy a hacer pública dicha lista. A ver si este año me la tomo un pelín más en serio, aunque sólo sea para que no os riáis de mi. - Cuidarme el pelo, en vez de dejar que crezca como una mala hierba sin control. - Adelgazar para poder volver a usar mi preciosa ropa de la talla 38 y 40 - Cuidar más mi aspecto, en lo referente a cómo visto sobre todo - Encontrar y conseguir un trabajo que me guste y me aporte algo tanto profesional como personalmente, e intentar quedarme en él - Si encuentro un curro con esas características, aplicarme lo más posible para demostrar todo lo que valgo (ya sea mucho o poco) - Intentar salvar dos asignaturas de las cuatro que tengo este año...

Hasta los cojones ya

Recientemente, mi novio participó en un concurso de cortos de YouTube. Nada demasiado ostentoso, sólo un mini concurso de vídeos sobre el ahorro, o sobre por qué el azul es mejor color que los demás. A él se le ocurrió una idea que, a pesar de ser un poco rebuscada y necesitar de explicación cuando nos la contó, nos pareció bastante buena a todos los que la oímos, y el corto se rodó un domingo por la mañana en su casa, en una habitación que hacía las veces de despacho para la asociación a la que ambos pertenecemos. En el rodaje participamos tres personas: Mi novio, director y cámara, y los dos actores, un amigo nuestro y yo. Al otro actor tuvieron que prestarle un traje de chaqueta, porque no había oído hablar nunca de esa prenda de ropa. Yo me vestí con la ropa que llevo normalmente al trabajo, y unas gafas sin cristales que me prestó mi novio. Tuvimos bastantes problemas, por lo pequeño de la estancia, por los posters frikis colgados en las paredes, y por el sol, que daba en toda ...