Me cansé del rosa. Demasiada hipocresía para tan poca cosa como es un blog. Aún me niego en redondo a ponerlo negro, porque por mucho que me apetezca, sigue siendo el típico blog emo que tienen todas las quinceañeras góticas de palo, y por ahí sí que no paso. Por lo menos sin haberme leído Crepúsculo. Pero rosa no. No estoy de humor para tener que aguantar un alegre y dicharachero rosa cada vez que me apetezca escribir algo. Ya no es que me haga daño a la vista, es que me quema. Tengo la teoría de que me he convertido en vampiro, pero en vez del sol, lo que me hace daño es el color rosa...
En fin. Tal y como lo he dejado (gracias a Dios aún recuerdo algo de html, así que he podido trastear en la plantilla con más o menos buenos resultados) no me disgusta. Cambiaré los iconitos, que aún son los de la plantilla antigua, cuando consiga unos que peguen, y cuando encuentre la condenada línea de código de la CSS en donde están declarados.
Ya me diréis. O no. Pero bueno, al menos no os dolerá tanto la vista leyendo.
En fin. Tal y como lo he dejado (gracias a Dios aún recuerdo algo de html, así que he podido trastear en la plantilla con más o menos buenos resultados) no me disgusta. Cambiaré los iconitos, que aún son los de la plantilla antigua, cuando consiga unos que peguen, y cuando encuentre la condenada línea de código de la CSS en donde están declarados.
Ya me diréis. O no. Pero bueno, al menos no os dolerá tanto la vista leyendo.
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