Ir al contenido principal

It's All Right...

Siguiendo con mi moda de escribir historias cortas sobre fotografías o dibujos que encuentro en Internet, en esta ocasión le ha tocado el turno a una fotografía de Tiki Llanes. El título original de la fotografía es "Its All Right...". Puede que el título haya variado un poco lo que quería escribir, que en un principio trataba sobre la angustia de la soledad. pero las florecillas del primer plano no terminaban de cuadrar en la historia... En cualquier caso, tal y como ha resultado, el título de la fotografía vale perfectamente para título de la historia, así que lo he mantenido.

-----------------------------------------------------------

Compruebas la bandeja de entrada del correo electrónico antes de ir al trabajo, pero está vacía. Revisas el buzón de mensajes de tu móvil y las llamadas perdidas, pero nadie te ha llamado. Sales a la calle y caminas lentamente, buscando contacto visual con las personas que te cruzas, pero evitan tu mirada. Te sientes solo, aislado, como rodeado de un campo de fuerza que evita incluso que la luz del sol te toque.
Intentas acercarte a un grupo de gente, encontrar contacto humano, pero por más que caminas no alcanzas a nadie. La gente huye a tu paso, te evita. Se alejan tanto de ti que dejas de oír sus voces.
Sientes la inmensidad de la ciudad engullirte. Te sientes tan lejos de todo... Buscas el sol, pero hasta él ha desaparecido. Los colores desaparecen del mundo, poco a poco todo se tiñe de gris. El mismo aire es irrespirable, el mundo entero se revela contra la vida, la consume, la marchita. Te doblas sobre ti mismo, jadeando. Te cuesta respirar. Al levantar la cabeza ves cómo los edificios a tu alrededor se inclinan sobre ti como animales salvajes sobre su presa. Quieres huir, pedir auxilio, pero la certeza de que no hay salvación es demasiado fuerte...

Notas una presión en tu brazo. Cuando giras la cabeza, una sonrisa blanca reluce sobre el gris con el que se ha teñido el mundo.

Una mujer.
Su mano está en tu hombro, te está tocando.

El contacto humano te devuelve poco a poco a la realidad. Te pregunta si te encuentras bien, te ayuda a incorporarte. Niegas aturdido cuando te pregunta si necesitas ayuda. La mujer no se mueve de tu lado mientras tú miras a tu alrededor: Los edificios se yerguen amenazantes sobre tu cabeza, pero han vuelto a su vertical. Todo a tu alrededor está teñido de gris, pero es solo polución. La gente camina lejos de ti, pero llegas a oír risas y palabras sueltas. Aliviado, le aseguras a la mujer que te encuentras bien, y que puede irse. Cuando ella sigue su camino la sigues con la mirada.

Al girar la cabeza, entrando en tu campo de visión tras los pasos de la mujer, ves unas plantas creciendo en el jardín junto al que estás parado. Hojas verdes y flores malva, notas de color en el mundo gris que te rodea, te saludan meciéndose en la brisa que levantan los coches al pasar. Suspiras aliviado antes de proseguir tu camino al trabajo. Por muy gris que sea todo, piensas, siempre habrá un jardín con flores malva.

Por muy gris que sea el mundo, siempre quedará un jardín con flores.

Fotografía de Tiki Llanes

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una por partes (4)

Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....

¿Por qué las mujeres corren con las piernas juntas?

Me prometí a mi misma que no comentaría nada de esto en mi blog, porque ya bastante fama de misógina tengo como para encima echar más leña al fuego, pero es que todos los días viendo este extraño comportamiento ya clama a los dioses... Que os lo habéis ganado a pulso chicas, yo lo siento pero es así ._.U Para variar, esta entrada va dirigida a las que se den por aludidas directamente, y a nadie más. Si al leerlo piensas "¿yo hago eso?", está claro que no va por ti XDD Y siempre desde el cariño y sin ánimo de ofender, espero que os lo toméis como lo que es, una sátira. ................................. Siempre que veo a una mujer - o joven, o niña, o aborto mal completado - correr, ya sea para coger el metro, persiguiendo al petardo de la pandilla, o cruzando por un semáforo en rojo, me fijo en que nunca doblan las rodillas. Dan saltitos con las piernas prácticamente rectas, como si caminasen pero intentando ir rápido. O como si alguien les hubiese atado las rodillas con una c...

Harta

Estoy harta. Muy harta. Me hartaba cuando me decíais cómo debía vivir, y me callaba. Me hartaba cuando me enumerabais todo lo que era bueno o malo para mi, y me callaba. Me hartaba cuando me decíais qué fallaba en mi manera de ser, qué fallaba en mi vida, por qué no era feliz, y me callaba. Me callaba y agachaba la cabeza incluso cuando me enseñabais el tono en el que debía hablarle a los demás. Y vosotros, con vuestro inconmensurable ego sacado de Dios sabe dónde, creíais que lo hacía no por educación - cosa de la que a todas luces vosotros carecéis -, sino porque teníais razón. No os parabais a pensar que quizá lo que para vosotros era tan bueno a mi igual me parecía una mierda; simplemente "sabíais" que las cosas se debían hacer como las hacíais vosotros. Cuestionabais mi modo de vida delante de gente que me era querida y me valoraba, y no sólo me heristeis a mi, sino que hicisteis que quien os oía comenzase a pensar lo mismo que vosotros. Y aún así me callaba. Habéis hech...