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It's All Right...

Siguiendo con mi moda de escribir historias cortas sobre fotografías o dibujos que encuentro en Internet, en esta ocasión le ha tocado el turno a una fotografía de Tiki Llanes. El título original de la fotografía es "Its All Right...". Puede que el título haya variado un poco lo que quería escribir, que en un principio trataba sobre la angustia de la soledad. pero las florecillas del primer plano no terminaban de cuadrar en la historia... En cualquier caso, tal y como ha resultado, el título de la fotografía vale perfectamente para título de la historia, así que lo he mantenido.

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Compruebas la bandeja de entrada del correo electrónico antes de ir al trabajo, pero está vacía. Revisas el buzón de mensajes de tu móvil y las llamadas perdidas, pero nadie te ha llamado. Sales a la calle y caminas lentamente, buscando contacto visual con las personas que te cruzas, pero evitan tu mirada. Te sientes solo, aislado, como rodeado de un campo de fuerza que evita incluso que la luz del sol te toque.
Intentas acercarte a un grupo de gente, encontrar contacto humano, pero por más que caminas no alcanzas a nadie. La gente huye a tu paso, te evita. Se alejan tanto de ti que dejas de oír sus voces.
Sientes la inmensidad de la ciudad engullirte. Te sientes tan lejos de todo... Buscas el sol, pero hasta él ha desaparecido. Los colores desaparecen del mundo, poco a poco todo se tiñe de gris. El mismo aire es irrespirable, el mundo entero se revela contra la vida, la consume, la marchita. Te doblas sobre ti mismo, jadeando. Te cuesta respirar. Al levantar la cabeza ves cómo los edificios a tu alrededor se inclinan sobre ti como animales salvajes sobre su presa. Quieres huir, pedir auxilio, pero la certeza de que no hay salvación es demasiado fuerte...

Notas una presión en tu brazo. Cuando giras la cabeza, una sonrisa blanca reluce sobre el gris con el que se ha teñido el mundo.

Una mujer.
Su mano está en tu hombro, te está tocando.

El contacto humano te devuelve poco a poco a la realidad. Te pregunta si te encuentras bien, te ayuda a incorporarte. Niegas aturdido cuando te pregunta si necesitas ayuda. La mujer no se mueve de tu lado mientras tú miras a tu alrededor: Los edificios se yerguen amenazantes sobre tu cabeza, pero han vuelto a su vertical. Todo a tu alrededor está teñido de gris, pero es solo polución. La gente camina lejos de ti, pero llegas a oír risas y palabras sueltas. Aliviado, le aseguras a la mujer que te encuentras bien, y que puede irse. Cuando ella sigue su camino la sigues con la mirada.

Al girar la cabeza, entrando en tu campo de visión tras los pasos de la mujer, ves unas plantas creciendo en el jardín junto al que estás parado. Hojas verdes y flores malva, notas de color en el mundo gris que te rodea, te saludan meciéndose en la brisa que levantan los coches al pasar. Suspiras aliviado antes de proseguir tu camino al trabajo. Por muy gris que sea todo, piensas, siempre habrá un jardín con flores malva.

Por muy gris que sea el mundo, siempre quedará un jardín con flores.

Fotografía de Tiki Llanes

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