Ir al contenido principal

Más del folletín del abono transportes de Junio

Más que nada actualizo porque las visitas a este blog han aumentado considerablemente desde que Ender reseñó en Sinergia sin Control y en Yo soy Keiser Soze mi periplo con las expendedoras de billetes de Metro, así que supongo que alguien habrá interesado en saber cómo ha acabado esto.

Me siento un poco amargada y desengañada con el sistema desde ese episodio. Me explico:

- Llamé a la OCU: Me dijeron que si me quejaba era de gusto.
- Mandé cartas a periódicos, programas de radio, Madrid Directo y al Defensor del Pueblo: Nadie publicó mi carta (bueno, 20 Minutos sí, en la Web), ni la comentó en el programa, ni mucho menos me han respondido.
- Envié correos a todos los bloggers que conozco, pidiéndoles que, ya que Internet es el único medio donde parece que todavía se respeta la supuesta libertad de opinión que hay en España, reseñaran lo que me había sucedido, a ver si al menos montaba barullo y los de Metro se acojonaban: Sólo me han respondido afirmativamente dos personas, una de las cuales quiere seguir reuniendo datos para poder meterse con Metro de Madrid, lo cual me parece - y no es ironía - cojonudo (y espero ansiosa el momento en el que las haya reunido), por lo que a día de hoy solo una persona ha publicado mi queja en su blog.

O sea, que tengo que volver a revisar el significado de "democracia" y "libertad de expresión" en el diccionario, y si sigue significando lo que yo recordaba haber leído, debería escribir a la Real Academia de la Lengua Española, comentándoles que añadan una pequeña frase al significado de dichas palabras: "Siempre y cuando lo que se opine no esté en contra de lo que promulga y promueve el gobierno en el momento en que se quiera expresar"

Muy frustrada, tuve que admitir que ellos habían ganado, y el martes, habiendo cobrado, me volví a comprar el abono. Con los billetitos que me compré el lunes pensaba interponer una demanda de daños y perjuicios, pero el sabor amargo que me ha quedado al ver lo bien que funciona el sistema para callar a la gente cuando se intenta hacer oír me está quitando las ganas hasta de quejarme por el blog.

Mañana se cumplen los quince días desde que me dieron mi recibo - porque yo no puse ninguna reclamación, repito -, así que voy a pasarme por mi banco antes de ir al curro, y si no me han ingresado el dinero, simplemente cancelaré el pago. Si ellos no saben hacer su trabajo, yo no voy a estar jodida más tiempo del necesario. Que tengo la habitación aún a medio amueblar.

Muchas gracias a Ender y a Jose A. Pérez, de verdad. Gracias a Dios, aún queda gente a la que le quedan ganas de contar las verdades de lo que pasa en España - aunque sea algo tan gilipollesco como que se han quedado el dinero de mi abono- , pese a que la mayoría parece ser más feliz pensando que viven en el quinto cielo.

Comentarios

  1. no hay nadas como pasarse 3 horas en transporte público como para identificarte con alguien :-D

    ResponderEliminar
  2. XDDDD
    Pues debes de ser el único de toda España que usa el transporte público, aparte de mi ^^U

    ResponderEliminar
  3. este tipo de empresas y actitudes solo merecen la destrucción y la ira....
    yo me tiré 15 años chupando transporte público madrileño (al final decidí ir en bici arriesgando el pellejo) y entiendo perfectamente a lo que te enfrentas...

    vae victis!

    ResponderEliminar
  4. Yo hace ya más de 2 años que no pago un solo billete. Y con mucho gusto pago las multas que me caen de vez en cuando: el balance es positivo. Se lo tienen muy bien merecido por incompetentes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sin abono transportes

El lunes 25 de Mayo de este año pagué un abono transportes. Y digo pagué, porque como no me dieron el abono transportes, el verbo "comprar" no tiene mucho significado en la frase. Tras hablar con el operario que estaba en la taquilla en ese momento, que este efectuase las llamadas pertinentes, y que me pidiese mi DNI, mi número de cuenta, y el recibo que la expendedora me había dado, se llegó a la resolución de que, efectivamente, se había cometido un error y había que ingresarme en mi cuenta el dinero que había pagado por el abono. Aclaro a priori que yo no puse ninguna reclamación. El operario hizo él todas las gestiones necesarias, y se solucionó el problema en media hora. Yo no rellené ningún formulario de reclamación, ni me entregaron ningún justificante de reclamación. Sólo me dieron un justificante de "Comunicación de incidencias con repercusión económica en instalaciones de venta y peaje", en el que se declaraba que Metro de Madrid debía ingresarme los 60,60...

Los manuales son para los débiles

Resulta curioso que escriba esto justo tras la entrada en la que admito que un manual en concreto me resultó útil. Pero soy mujer, contradecirme de una frase a otra es una de mis prerrogativas. Que si resulta que después de todo no era tan diferente al resto de mujeres, pues qué tontería no beneficiarme de las ventajas de ser lerd... mujer, verdad?. Esta entrada no es realmente graciosa, es sólo un chiste privado. Pero me apetecía escribirla. .................................... Mi amiga Trini se ha unido a la moda de los JASE (jóvenes aunque sobradamente emancipados), y ayer me invitó a ver su casa después del trabajo. La casa es una cucada, ya le he dicho que mejor no la pierda de vista que igual un día se despierta y se encuentra que me he llevado la casa. Lo que más me ha molado ha sido el orden de prioridades en que la está amueblando: Salvo los muebles que ya estaban, está prácticamente vacía. Sólo ha puesto una cosa en las estanterías del salón. Un tomo de Sandman. Para cenar sa...

Oda a mi ego (o Porque Yo Lo Valgo)

Ayer tenía la intención de empalmar, dado que me he tirado todo el fin de semana durmiendo, y tengo el sueño ya no cambiado, sino totalmente desquiciado. Pensaba que una terapia de choque me lo regularía, aunque al final acabé yéndome a la cama a las tres y cuarto, porque se me cerraban los ojos frente al ordenador y no podía teclear y usar la tableta gráfica mientras me sujetaba los párpados, me faltaban manos. Así que sobre las tres de la mañana comencé a recoger el chiringuito y a preparar las cosas para hoy, que iba a ser un día muy liado. En uno de los paseos por el cuarto me vi reflejada en el espejo. Por algún extraño motivo, suelo ponerme bastante guapa cuando tengo sueño o estoy especialmente decaída - es por eso por lo que afirmaré hasta la muerte que yo he nacido para gótica -, y como ayer se cumplían los dos supuestos, incluso con ojeras y todo me gustó mucho mi reflejo. Así que cogí el móvil, y me hice unas cuantas fotos en las que, oh milagro de la naturaleza, apenas sí s...