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Me comenzó a picar que mirases a otras chicas...

Recuerdo la primera reunión del club de lectura. Yo no me había preparado nada que decir sobre el libro que iba a proponer, pero me había gustado tanto que sabía que algo se me ocurriría sobre la marcha. Improvisar monólogos inspirados de tal manera que la gente se crea que los llevo preparando meses es una de mis especialidades.

Estaba nerviosa, cómo no, porque la primera reunión había tenido una convocatoria inusitadamente alta para lo que solía ser la asociación, y toda esa gente iba a decidir leer o el libro que iba a proponer yo, o el de la otra organizadora, y yo quería que se eligiera el mío, naturalmente.
No me acuerdo de qué estabas haciendo tú exactamente, aunque recuerdo como si hubiese sido ayer la cara que pusiste cuando, al fundirse la bombilla del cuarto donde estábamos todos, saqué una mini linterna del bolso y la encendí. No entendí por qué me gustó tanto ser el centro de tu atención, pero el caso es que disfruté el momento.

Nos trasladamos al salón, y allí yo expuse primero mi libro. Estaba nerviosa, pero las palabras me salían sin problema, y no me trabé ni una vez. Durante todo el discurso, lo único que notaba eran tus ojos mirándome. ¡Sorpresa!, era eso lo que me ponía nerviosa, no que hubiese un montón de gente escuchándome. Pero tampoco supe por qué me afectaba tanto.

Cuando la otra chica habló, sentí una especie de nudo en el estómago, pero que no tuvo nada que ver ni con su discurso, ni con que los asistentes eligieran el otro libro. Tuvo que ver con que la estabas mirando a ella. Pensé que se debería a la pequeña attention whore que llevo dentro, y descarté la desazón.

No me acuerdo de si me comentaste algo sobre mi discurso, sobre mi libro, o sobre la reunión, que fue todo un éxito pero que por avatares del destino fue la primera y la última del grupo de lectura. Pero recuerdo que tu apoyo era bastante importante para mi, supuse entonces que por motivos profesionales.

Sí claro, y un cuerno.

A veces soy tan estúpida que ni yo misma me doy cuenta de por qué hago las cosas. Menos mal que más o menos un mes después de ese día me di cuenta... y menos mal que tú te diste cuenta también.

Comentarios

  1. Pues que comenzamos a salir poco después de darnos cuenta de todo ello. La pega es que me ha dejado esta misma mañana, pero bueno, ha sido bonito mientras ha durado ^^U

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