Ir al contenido principal

No hay misericordia

Siempre que en mi vida he tenido algo que mereciera de veras la pena, ha llegado alguien y me lo ha arrebatado. Siempre que he sentido algo parecido a la felicidad, algo ha sucedido que ha vuelto a hacerme sentir miserable. Siempre que he empezado a sentir algo más que desprecio por mí misma, que he visto que era capaz de hacer algo más que dar pena a los demás, ha pasado algo que me ha devuelto a mi sitio.

La respuesta a "¿por qué siempre que empiezo a ser feliz, sucede algo que me vuelve a hacer sentir miserable?" me la dio una amiga, hablando de ello, hace un par de días.

No hay misericordia.

Sea quien sea quien maneje los hilos del mundo, o es un cabrón sádico que disfruta viendo sufrir a sus creaciones, o le importa una mierda el sufrimiento humano.
Basta con que alguien desee algo fervientemente, o que le tenga más aprecio de lo normal; basta con que desees que algo o alguien se quede a tu lado, para que te lo quiten de la manera más dolorosa e irónica posible. Y basta con que algo te haga sufrir, con que algo te duela más que el resto de las cosas, para que todos los palos te vengan por ese lado.

Si rezas para que algo ocurra, no sucederá; si rezas para que algo no suceda, ocurrirá.
Así que más te vale no rezar.

En efecto: Lo único que puedes hacer es volverte indiferente a ese dolor, y ese será el momento en el que dejen de darte palos por ese lado para, en su lugar, dártelos por otro que aún te duela más. Y lo único que sirve para que no te arrebaten lo que más valoras, es dejar de valorarlo. De ese modo, cuando ya no te importe lo más mínimo, se te brindará de manera pródiga en todo lugar al que vayas, y se te privará de lo que haya pasado a importarte en su lugar.

Moraleja: No sientas apego por nada, y así no te lo quitarán. Vuélvete indiferente a todo dolor, y no te dañarán.
Simplificado: No seas feliz, y así no sufrirás

Es curioso. Esa teoría ya la postulé, basándome en mis propias experiencias, hace unos cuantos años. Y me fue bastante bien estando muerta por dentro, si os soy sincera. Pero entonces me enamoré, y todas mis teorías se fueron a tomar por el culo.
Hasta el día de hoy, en el que veo con impotencia cómo el ser supremo que mueve los hilos me ha vuelto a quitar todo aquello que merecía la pena en mi vida.

Comentarios

  1. por un lado, la respuesta más obvia (desde mi opción personal, ojo) es: no hay marionetista. No hay hilos, ni creador divino. Personalmente, he aprendido a vivir pensando que el sentido de mi existencia no es tanto por qué nací sino lo que hago con esa vida. Hay una frase que me encatna, no me acuerdo de quién era, que decía: "hay gente a la que le es más fácil creer en Dios que creer en el ser humano"

    Por otro lado, hay otra máxima que me gusta porque es sencilla y directa; cuantas menos cosas necesites, más posilidades de ser feliz tendrás. "Moderación en todo", que dijo Epicureo. Las necesidades crean dependencias, problemas,... en fin, es una máxima difícil de cumplir (yo no la cumplo, pero intento relativizar las cosas)

    ResponderEliminar
  2. Son buenos consejos. Ahora no estoy en condición de seguirlos, ando más cerca de la psique de un asesino en serie (ojo, que juego al rol!) que de la de un ser humano normal... pero cuando me encuentre mejor, me aplicaré el cuento ^^

    ResponderEliminar
  3. No sé que decir, creo que repetiría mas de lo mismo, todo lleva su tiempo y un día volverás a ser feliz del todo. Enamorarse es algo complicado y además peligroso, porque si te llegan a quitar todo ese amor piensas que nada merece la pena, que te encuentras tan hundida como para no tener fuerzas necesarias que te empujen a salir... Pero si, un día se pasará todo eso, volverás a sonreír por cualquier cosa y otra cosa...

    No te sientas que no mereces la pena o que eres lo peor, porque todos tenemos siempre algo que ofrecer y a veces otras personas no pueden llegar a ver todo lo bueno que tienes porque simplemente están ciegos. Ánimo, por aquí por lo menos estaremos tus lectores para apoyarte :) Un beso y un abrazo muy grandes!

    ResponderEliminar
  4. Asias... pero creo que en este caso, precisamente lo que tengo que ofrecer es lo que espanta a la gente de mi lado. me lo voy a tener que hacer mirar ^^U

    A fin de cuentas, cuando me siento mal es cuando mejor escribo...a sí que tendré que aprovechar el filón, no? ^^U

    ResponderEliminar
  5. Ahora que hablamos de algo tan complicado como la felicidad:
    http://www.ted.com/talks/lang/eng/dan_gilbert_asks_why_are_we_happy.html

    La unica pega es que esta en ingles y no tiene subtitulos, pero si lo llevais bien es algo interesante de ver.

    ResponderEliminar
  6. cagontó... el proxy del curro no me deja verlo. En cuanto llegue a casa lo miro, ahora ya no tengo planes que me impidan estar lejos de mi amada Internet :P

    ResponderEliminar
  7. Esos malditos proxys, aqui en el curro es muy divertido tambien las paginas que estan capadas y las categorias xD.

    Hay mas por ahi que merecen la pena, si tengo un rato te lo busco. Ademas que ganas de ir a la calle en verano, con buen tiempo teniendo un ordenador con conexión xD.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una por partes (4)

Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....

¿Por qué las mujeres corren con las piernas juntas?

Me prometí a mi misma que no comentaría nada de esto en mi blog, porque ya bastante fama de misógina tengo como para encima echar más leña al fuego, pero es que todos los días viendo este extraño comportamiento ya clama a los dioses... Que os lo habéis ganado a pulso chicas, yo lo siento pero es así ._.U Para variar, esta entrada va dirigida a las que se den por aludidas directamente, y a nadie más. Si al leerlo piensas "¿yo hago eso?", está claro que no va por ti XDD Y siempre desde el cariño y sin ánimo de ofender, espero que os lo toméis como lo que es, una sátira. ................................. Siempre que veo a una mujer - o joven, o niña, o aborto mal completado - correr, ya sea para coger el metro, persiguiendo al petardo de la pandilla, o cruzando por un semáforo en rojo, me fijo en que nunca doblan las rodillas. Dan saltitos con las piernas prácticamente rectas, como si caminasen pero intentando ir rápido. O como si alguien les hubiese atado las rodillas con una c...

Harta

Estoy harta. Muy harta. Me hartaba cuando me decíais cómo debía vivir, y me callaba. Me hartaba cuando me enumerabais todo lo que era bueno o malo para mi, y me callaba. Me hartaba cuando me decíais qué fallaba en mi manera de ser, qué fallaba en mi vida, por qué no era feliz, y me callaba. Me callaba y agachaba la cabeza incluso cuando me enseñabais el tono en el que debía hablarle a los demás. Y vosotros, con vuestro inconmensurable ego sacado de Dios sabe dónde, creíais que lo hacía no por educación - cosa de la que a todas luces vosotros carecéis -, sino porque teníais razón. No os parabais a pensar que quizá lo que para vosotros era tan bueno a mi igual me parecía una mierda; simplemente "sabíais" que las cosas se debían hacer como las hacíais vosotros. Cuestionabais mi modo de vida delante de gente que me era querida y me valoraba, y no sólo me heristeis a mi, sino que hicisteis que quien os oía comenzase a pensar lo mismo que vosotros. Y aún así me callaba. Habéis hech...