A ver. Sí. Vale. Con la última entrada igual me he puesto un poquito demasiado emo. Pero no me digáis que no os lo advertí, vale?
Para que no se diga, ahora voy a intentar ponerme graciosa. Si en el proceso de leer esto os entran ganas de cortaros las venas, sabréis que no lo he conseguido (ponerme graciosa, digo).
En fin.
El sábado, bajo petición de un colega, me acerqué a las jornadas del cómic, manga y cultura japonesa de Leganés (y si lo he dicho bien, por favor, que alguien me de un premio). Pensaba ir por la mañana, pero cuando el despertador sonó a las diez decidí que este colega y yo tampoco éramos tan buenos amigos, así que paré la alarma y seguí durmiendo hasta las tres y media, hora en que me levanté, me pegué una ducha, me vestí, y me fui para Leganés (no, no comí. Desde que me dejó el novio como que se me ha ido el hambre. Y menos mal, porque me llega a dar por comer y ya me pego un tiro)
La primera impresión que tuve al salir de la parada de metro que supuestamente daba al centro cultural era que, o de pronto el Metrosur pasaba por Tombstone, o me había colado en los decorados de "El Bueno, el Feo y el Malo 2: Más buenos, feos y malos que nunca". Crucé el descampado apresuradamente y con la cabeza gacha, por si las flechas perdidas, y me apresuré a seguir la fuente del sonido de J-pop en la distancia.
El recinto estaba bien distribuido: Una carpa en una especie de mini anfiteatro en el jardín de la entrada, con unos cuantos insensatos tostándose al sol en las gradas, y unas cuantas carpas más junto al edificio principal, con el resto de los asistentes amontonados a su sombra. Mucho niño de 13 años, mucho sobrepeso, muchas gafas de pasta, muchas faldas a tablas de cuadros escoceses y escotes, mucha gótica sudando la gota gorda, mucho tío babeando tras ellas... vamos, lo normal en estos eventos.
Salvo que al aire libre y con cincuenta grados a la sombra.
Al primer vistazo no reconocí a nadie... bueno, vale, a un par sí - los frikis, ni somos tantos ni tan originales -, pero preferí no darle la oportunidad a la prensa de que me fotografiara en su compañía. Buscando aún a mi colega, entro en el edificio, miro alrededor, veo una pareja enrollándose en la primera planta.
A veces me pregunto por qué lo llamarán jornadas del cómic, manga, cultura japonesa, o la madre que los parió. Si al final de lo que se trata es de ligar con la que menos tiempo parezca que ha estado reposando en alcohol - o en su defecto, la que menos ropa lleve -. Podrían llamarlo "XII Jornadas de las oportunidades de ligar para casos patológicos", o algo así.
En fin, que me desvío del tema. Buscando por las aulas a mi colega, le termino encontrando haciendo el cabra en la clase de doblaje. Juro que la próxima vez que alguien con un micro en la mano empiece a gritar mi nombre, como no sea para darme un premio, le estampo el codo en la boca. Me abraza, me comenta lo delgada que estoy - como para no estarlo, nos ha jodío - me sienta en una silla junto a una tía que no me puede ver ni en pintura y sus dos muy mejores amigas, y me deja sola ahí mientras va a traerme cafeína - por petición mía, todo hay que decirlo -.
A la primera oportunidad me escaqueo, y me encuentro con un conocido, ¡de los que sí que quiero saludar!. Fue toda una experiencia, pensé que en aquellas paredes no iba a encontrar a nadie a quien me alegrase ver... aparte del colega que me había invitado, se entiende.
Cuando tres de los organizadores - mi colega entre ellos - salieron a preparar la partida de rol en vivo de la noche, me pareció oír la palabra "birras", así que de pronto decidí que eran mis mejores amigos y me fui con ellos, llevándome al que me acababa de encontrar conmigo.
Y dos horas y dos jarras de cerveza con limón después, por mucho que hubiese llorado - es el peligro de emborracharse con las emociones tan a flor de piel - no podía negar que el mundo era un poco menos negro. Vale, por efecto del alcohol, pero qué cojones, al menos algo me había ayudado.
Y como no me apetece seguir escribiendo, en la segunda parte ya sigo contando.
Segunda parte aquí
Tercera parte aquí
Para que no se diga, ahora voy a intentar ponerme graciosa. Si en el proceso de leer esto os entran ganas de cortaros las venas, sabréis que no lo he conseguido (ponerme graciosa, digo).
En fin.
-------------------------
El sábado, bajo petición de un colega, me acerqué a las jornadas del cómic, manga y cultura japonesa de Leganés (y si lo he dicho bien, por favor, que alguien me de un premio). Pensaba ir por la mañana, pero cuando el despertador sonó a las diez decidí que este colega y yo tampoco éramos tan buenos amigos, así que paré la alarma y seguí durmiendo hasta las tres y media, hora en que me levanté, me pegué una ducha, me vestí, y me fui para Leganés (no, no comí. Desde que me dejó el novio como que se me ha ido el hambre. Y menos mal, porque me llega a dar por comer y ya me pego un tiro)
La primera impresión que tuve al salir de la parada de metro que supuestamente daba al centro cultural era que, o de pronto el Metrosur pasaba por Tombstone, o me había colado en los decorados de "El Bueno, el Feo y el Malo 2: Más buenos, feos y malos que nunca". Crucé el descampado apresuradamente y con la cabeza gacha, por si las flechas perdidas, y me apresuré a seguir la fuente del sonido de J-pop en la distancia.
El recinto estaba bien distribuido: Una carpa en una especie de mini anfiteatro en el jardín de la entrada, con unos cuantos insensatos tostándose al sol en las gradas, y unas cuantas carpas más junto al edificio principal, con el resto de los asistentes amontonados a su sombra. Mucho niño de 13 años, mucho sobrepeso, muchas gafas de pasta, muchas faldas a tablas de cuadros escoceses y escotes, mucha gótica sudando la gota gorda, mucho tío babeando tras ellas... vamos, lo normal en estos eventos.
Salvo que al aire libre y con cincuenta grados a la sombra.
Al primer vistazo no reconocí a nadie... bueno, vale, a un par sí - los frikis, ni somos tantos ni tan originales -, pero preferí no darle la oportunidad a la prensa de que me fotografiara en su compañía. Buscando aún a mi colega, entro en el edificio, miro alrededor, veo una pareja enrollándose en la primera planta.
A veces me pregunto por qué lo llamarán jornadas del cómic, manga, cultura japonesa, o la madre que los parió. Si al final de lo que se trata es de ligar con la que menos tiempo parezca que ha estado reposando en alcohol - o en su defecto, la que menos ropa lleve -. Podrían llamarlo "XII Jornadas de las oportunidades de ligar para casos patológicos", o algo así.
En fin, que me desvío del tema. Buscando por las aulas a mi colega, le termino encontrando haciendo el cabra en la clase de doblaje. Juro que la próxima vez que alguien con un micro en la mano empiece a gritar mi nombre, como no sea para darme un premio, le estampo el codo en la boca. Me abraza, me comenta lo delgada que estoy - como para no estarlo, nos ha jodío - me sienta en una silla junto a una tía que no me puede ver ni en pintura y sus dos muy mejores amigas, y me deja sola ahí mientras va a traerme cafeína - por petición mía, todo hay que decirlo -.
A la primera oportunidad me escaqueo, y me encuentro con un conocido, ¡de los que sí que quiero saludar!. Fue toda una experiencia, pensé que en aquellas paredes no iba a encontrar a nadie a quien me alegrase ver... aparte del colega que me había invitado, se entiende.
Cuando tres de los organizadores - mi colega entre ellos - salieron a preparar la partida de rol en vivo de la noche, me pareció oír la palabra "birras", así que de pronto decidí que eran mis mejores amigos y me fui con ellos, llevándome al que me acababa de encontrar conmigo.
Y dos horas y dos jarras de cerveza con limón después, por mucho que hubiese llorado - es el peligro de emborracharse con las emociones tan a flor de piel - no podía negar que el mundo era un poco menos negro. Vale, por efecto del alcohol, pero qué cojones, al menos algo me había ayudado.
Y como no me apetece seguir escribiendo, en la segunda parte ya sigo contando.
Segunda parte aquí
Tercera parte aquí
En las jornadas de ... bueno, de todo eso tan largo se va a ligar? Faldas de tablas? Cuadros escoceses?
ResponderEliminarPor qué nadie me había informado de eso? xD
PD: perdón por el comentario-chorra, ya sabes lo que opino de las faldas de tablas ^^
Sí, algo he leído sobre eso... XD
ResponderEliminarPues a estos sitios no hace falta que inviten a las chicas a copas, se visten así de gratis. Saben que como la mayoría de los tíos que van a esos sitios están bastante desesperados, tienen que ser las más guapas - o las que más enseñen - para quedarse con alguno de los pocos que merezcan la pena...
Te desaconsejo que vayas a ninguno de esos eventos si buscas algo más que una calentona para pasar un par de noches. Sin embargo, si es eso lo que buscas, tranquilo que para la próxima yo te aviso de dónde y cuándo es xD
"Pensaba ir por la mañana, pero cuando el despertador sonó a las diez decidí que este colega y yo tampoco éramos tan buenos amigos, así que paré la alarma y seguí durmiendo hasta las tres y media"
ResponderEliminar¿tres y media? pero ¿quien era tu amigo, Moriarty? joer :-D
p.d: "fechas perdidas" supongo que tiene "una L perdida"
De estos saraos, me acuerdo de un salon del comic de esos de madrid en el que me lo pasé pipa mirando a lara cr...eeeeeer... asistiendo al cosplay. Y comprando comics. Y maldiciéndome pro no poder asistir en directo a que Davir Ramirez me firmase mi ejemplar de B3. Y maldiciéndome doblemente por no poder asistir a que Guillem March (también conocido como 'ese tío que pinta unas mujeres argslshsfs) me firmase su "haciendo amigos"
... en fin, todo un trauma.
Sasto, muchas gracias, ahora lo cambio. Y eso que paso el corrector ortográfico, pero los errores tipográficos siguen ahí... >.<
ResponderEliminarAy hijo, según me relatas el salón al que fuiste, me estás describiendo mi adolescencia! XD (salvo por lo de mirar a lara croft, claro)
vaya. qué lastima, porque hubiera tenido su morbo :-PPPPPP
ResponderEliminarlo siento, el payaso que hay en mí no ha podido resistir enlazar con el post de 'qué es lo que pone a los tios'
uuups. esto me pasa por utilizar ordenadores ajenos parapostear mis comentarios paranoia. el de antes era yo. travestido con faldita de tablas, supongo
ResponderEliminarSe me ha olvidado comentarte que las jornadas cerraban de dos y media a cinco. Así visto, si no iba por la mañana ya era tontería despertarse antes de las cuatro XD
ResponderEliminarBueeeno, mientras no postees tres vece seguidas con nombres de mujeres diferentes, no levantarás sospechas XD
veces. Joder, estoy dislexica perdida. Veeeeceeees
ResponderEliminarHombre, ligar con calentonas nunca ha sido plato de mi devoción. Calentonas frikis con faldas de tablas... mmm... no! noooo! Mantente fuerte!
ResponderEliminarAdemás, quien ha dicho que yo entre en ese sector de los que merecen la pena? xD
Oye, pero me gustaría ir un día a alguna historia de esas, aunque mis conocimientos de manga se queden en Naruto, Caballeros del Zodiaco y poco más. Tengo una amiga que viene a vivir en octubre y debo instruirme en esos mundos para poder ser buen guía luego ^^
Ey, yo solo digo que es un buen lugar para ligar con calentonas. Porque hay muuuuchas tías, y si sólo hay, pongamos, dos tios que merezcan la pena, aún quedan muchos más que pueden aprovecharse de la situación. Un montón de colegialas en celo sigue siendo un montón de colegialas en celo :P
ResponderEliminarPos nada nada, no sé cual es la siguiente, pero intentaré hablar de ella en el blog, y así si quieres puedes pasarte :P (si, por ponerte al dia, no por las colegialas. Claaaroooo....)
Mariu: ¿tres veces? bitelchús, bitelchús, bitelchús :-P
ResponderEliminar(podría haberlo escrito bien, pero...naaaah.)
¬¬U...
ResponderEliminar