Como todos vosotros sabréis, hace poco menos de un mes me dejó mi novio. Cosa que me dejó totalmente destrozada, pero que ha hecho que adelgace más de una talla de pantalón. Que oye, teniendo en cuenta que desde ese fatídico día no me pasan más que desgracias, no está mal del todo. Aquí quien no se consuela es porque no quiere.
El caso es que esta súbita y ultrarrápida pérdida de peso me ha hecho plantearme sus múltiples posibilidades. Y como yo sólo pienso en dos cosas, que son el dinero y el sexo, y ahora mismo para lo segundo no estoy muy por la labor, he meditado sobre las aplicaciones prácticas que esto que le está pasando a mi cuerpo puede tener en el mundo moderno. Y he llegado a una conclusión.
Voy a abrir una clínica de adelgazamiento.
Será una clínica sibarita, de esas que hay que ponerse bolsas en los pies al entrar para no manchar, todo blanco y reluciente, y con un montón de chicas escuálidas en los puestos de recepción y consultas. Aparte de los típicos regímenes y estudios nutricionales, en la clínica se ofrecerá un producto estrella, sólo accesible para las mujeres más exigentes - y también las más ricas, porque dado el alto coste del tratamiento, sólo se lo podrá permitir la clase acomodada.
Los resultados serán garantizados: Cuatro tallas menos en cuatro meses.
¿Qué la hará diferente de las demás clínicas de adelgazamiento? Su producto estrella, un tratamiento de uso exclusivo en mi clínica.
El proceso de dicha terapia es tan simple como genial: En primer lugar, a la cliente que desee el tratamiento se la llevará a una sala llena de hombres y mujeres.
Habrá de todos tipos, para todos los gustos: Desde el modelo de pasarela con tableta de chocolate incluída, hasta el bajito graciosete de ojos bonitos, pasando por la chica de contraportada del Marca o la gótica más oscura. Un catálogo de primera para una clientela de primera.
Le daremos a la cliente tiempo para examinar todo el catálogo, y decidir con cual le gustaría recibir el tratamiento. Entonces, una vez se decida, intercambiará número de móvil con el producto elegido, y comienzarán a quedar.
Naturalmente, los costes del tratamiento - esto es, las citas - serán costeados por la cliente, pero como les digo la inversión merecerá la pena.
Las citas se irán sucediendo con la frecuencia que desee la cliente, pero es de esperar que aumenten conforme se va acercando el final del segundo mes. Entonces, pasados sesenta días, el producto elegido dejará a la cliente de la manera que más pueda dolerle. Esto será posible gracias a que todos nuestros productos tienen amplios conocimientos en psicología, y tras compartir su vida con la cliente durante dos meses habrán podido deducir cuál será el modo en que más daño puedan hacerle al dejarla.
A partir de ese momento, y durante los 60 días siguientes, se garantiza que se perderá media talla de pantalón por quincena. Resultados garantizados, si no queda satisfecha le devolvemos el dinero.
Claro que si cuatro meses le parece demasiado a la cliente, tendremos el mismo tratamiento, con los mismos resultados, en una versión de dos meses. Esta será la niña mimada de la clínica, el tratamiento estrella, y también el más caro, que sólo se podrán costear mujeres realmente de postín. Porque ellas lo valen.
La terapia será la siguiente. Al igual que en la anterior, la cliente elegirá al hombre o mujer que más le guste de entre nuestro catálogo, y en la clínica se le organizará un fin de semana, con el producto elegido, en las Bahamas.
Naturalmente el viaje y la estancia correrán a cuenta de la cliente, pero vuelvo a decir que los resultados merecerán la pena.
A la vuelta del viaje, el elegido dejará a la cliente, de nuevo de la forma en que más pueda dolerle.
Las mujeres que quieran optar por esta terapia tienen que entender que dar con los puntos débiles de una mujer en tres días es harto difícil, y requiere de los mejores especialistas, lo que justifica en gran medida lo elevado del precio del tratamiento. Sólo ofrecemos lo mejor de lo mejor.
Naturalmente, los efectos serán los mismos que en la terapia anterior: Una talla de pantalón menos por quincena.
O lo que es lo mismo, cuatro tallas menos en dos meses. Resultados garantizados!
Al inicio del resto de terapias, las clientes pasarán por una serie de estudios antropométricos y nutricionales, pero por la especial naturaleza de este tratamiento, a lo que se les someterá es a un test de estabilidad psicológica. No querríamos que, a raíz del tratamiento, nuestras clientes se produjeran ningún tipo de daño ni perjuicio. Sólo miramos por su salud y bienestar.
Es por esto que contraindicaremos el tratamiento a toda mujer que no sea totalmente estable emocional y psicológicamente.
Como verán, se trata de una terapia de primera que sólo podrá aplicarse a mujeres de primera.
Y, además del pequeño test para comprobar que la cliente es compatible con el tratamiento, también se hará una última pregunta, en la que será imprescindible que toda la que aspire a realizarlo sea sincera, y en la que se explicitará que, de mentir, la clínica no se hará responsable de los resultados perniciosos que la terapia pueda tener sobre ella.
Por supuesto, también se explicitará que, cuando una cliente desee someterse al tratamiento, lo hace en total uso de sus aptitudes mentales, y se hace totalmente responsable de las posibles consecuencias que pueda tener en su psique. Porque como ya hemos dicho, garantizamos que su físico se verá notablemente mejorado.
Bien, la pregunta a la que someteremos a todas nuestras clientes antes de aprobar el tratamiento con ellas será esta:
"Usted, cuando la deja un hombre, ¿es de las que pierden el apetito o de las que no pueden parar de comer?"
Obviamente, sólo unas pocas elegidas podrán disfrutar de esta terapia.
Propina incoming:
El caso es que esta súbita y ultrarrápida pérdida de peso me ha hecho plantearme sus múltiples posibilidades. Y como yo sólo pienso en dos cosas, que son el dinero y el sexo, y ahora mismo para lo segundo no estoy muy por la labor, he meditado sobre las aplicaciones prácticas que esto que le está pasando a mi cuerpo puede tener en el mundo moderno. Y he llegado a una conclusión.
Voy a abrir una clínica de adelgazamiento.
Será una clínica sibarita, de esas que hay que ponerse bolsas en los pies al entrar para no manchar, todo blanco y reluciente, y con un montón de chicas escuálidas en los puestos de recepción y consultas. Aparte de los típicos regímenes y estudios nutricionales, en la clínica se ofrecerá un producto estrella, sólo accesible para las mujeres más exigentes - y también las más ricas, porque dado el alto coste del tratamiento, sólo se lo podrá permitir la clase acomodada.
Los resultados serán garantizados: Cuatro tallas menos en cuatro meses.
¿Qué la hará diferente de las demás clínicas de adelgazamiento? Su producto estrella, un tratamiento de uso exclusivo en mi clínica.
El proceso de dicha terapia es tan simple como genial: En primer lugar, a la cliente que desee el tratamiento se la llevará a una sala llena de hombres y mujeres.
Habrá de todos tipos, para todos los gustos: Desde el modelo de pasarela con tableta de chocolate incluída, hasta el bajito graciosete de ojos bonitos, pasando por la chica de contraportada del Marca o la gótica más oscura. Un catálogo de primera para una clientela de primera.
Le daremos a la cliente tiempo para examinar todo el catálogo, y decidir con cual le gustaría recibir el tratamiento. Entonces, una vez se decida, intercambiará número de móvil con el producto elegido, y comienzarán a quedar.
Naturalmente, los costes del tratamiento - esto es, las citas - serán costeados por la cliente, pero como les digo la inversión merecerá la pena.
Las citas se irán sucediendo con la frecuencia que desee la cliente, pero es de esperar que aumenten conforme se va acercando el final del segundo mes. Entonces, pasados sesenta días, el producto elegido dejará a la cliente de la manera que más pueda dolerle. Esto será posible gracias a que todos nuestros productos tienen amplios conocimientos en psicología, y tras compartir su vida con la cliente durante dos meses habrán podido deducir cuál será el modo en que más daño puedan hacerle al dejarla.
A partir de ese momento, y durante los 60 días siguientes, se garantiza que se perderá media talla de pantalón por quincena. Resultados garantizados, si no queda satisfecha le devolvemos el dinero.
Claro que si cuatro meses le parece demasiado a la cliente, tendremos el mismo tratamiento, con los mismos resultados, en una versión de dos meses. Esta será la niña mimada de la clínica, el tratamiento estrella, y también el más caro, que sólo se podrán costear mujeres realmente de postín. Porque ellas lo valen.
La terapia será la siguiente. Al igual que en la anterior, la cliente elegirá al hombre o mujer que más le guste de entre nuestro catálogo, y en la clínica se le organizará un fin de semana, con el producto elegido, en las Bahamas.
Naturalmente el viaje y la estancia correrán a cuenta de la cliente, pero vuelvo a decir que los resultados merecerán la pena.
A la vuelta del viaje, el elegido dejará a la cliente, de nuevo de la forma en que más pueda dolerle.
Las mujeres que quieran optar por esta terapia tienen que entender que dar con los puntos débiles de una mujer en tres días es harto difícil, y requiere de los mejores especialistas, lo que justifica en gran medida lo elevado del precio del tratamiento. Sólo ofrecemos lo mejor de lo mejor.
Naturalmente, los efectos serán los mismos que en la terapia anterior: Una talla de pantalón menos por quincena.
O lo que es lo mismo, cuatro tallas menos en dos meses. Resultados garantizados!
Al inicio del resto de terapias, las clientes pasarán por una serie de estudios antropométricos y nutricionales, pero por la especial naturaleza de este tratamiento, a lo que se les someterá es a un test de estabilidad psicológica. No querríamos que, a raíz del tratamiento, nuestras clientes se produjeran ningún tipo de daño ni perjuicio. Sólo miramos por su salud y bienestar.
Es por esto que contraindicaremos el tratamiento a toda mujer que no sea totalmente estable emocional y psicológicamente.
Como verán, se trata de una terapia de primera que sólo podrá aplicarse a mujeres de primera.
Y, además del pequeño test para comprobar que la cliente es compatible con el tratamiento, también se hará una última pregunta, en la que será imprescindible que toda la que aspire a realizarlo sea sincera, y en la que se explicitará que, de mentir, la clínica no se hará responsable de los resultados perniciosos que la terapia pueda tener sobre ella.
Por supuesto, también se explicitará que, cuando una cliente desee someterse al tratamiento, lo hace en total uso de sus aptitudes mentales, y se hace totalmente responsable de las posibles consecuencias que pueda tener en su psique. Porque como ya hemos dicho, garantizamos que su físico se verá notablemente mejorado.
Bien, la pregunta a la que someteremos a todas nuestras clientes antes de aprobar el tratamiento con ellas será esta:
"Usted, cuando la deja un hombre, ¿es de las que pierden el apetito o de las que no pueden parar de comer?"
Obviamente, sólo unas pocas elegidas podrán disfrutar de esta terapia.
Propina incoming:
Y vosotros diréis, y con razón: "¿y a esta de verdad le afectó tanto que la dejara el novio, cuando no para de hacer coñas sobre ello?". Señores, una adaptación evidente para soportar todas las putadas de las que soy objeto desde los tiernos 19 añitos es aficionarme al humor negro. Si hace gracia, al menos uno se ríe. De hecho, sé de gente a la que le encanta deprimirse conmigo, porque siempre acaban partiéndose de risa... ^^U
ResponderEliminarY antes de los 19 años dónde vivías, en el país de los teletubbies? Porque al menos mis problemas empezaron mucho antes... todavía te diré que no te quejes :P
ResponderEliminarY ya que estamos, esa clínica espero que tenga el servicio inverso!!! Eso sí, a mi los disgutos no me hacen poner kilos, así que no hace falta que la estupenda que me asignes me deje al final del tratamiento xD
Es que yo hasta los 18 años jugaba con las barbies, pensaba que los chicos eran "el mal", y era una niña superprotegida ._.
ResponderEliminarLuego cumplí 19 y como me dio por ser independiente, me convertí en la oveja negra de la familia ^^U
A vale, eso lo explica todo xD
ResponderEliminarPues a mi me gustan las mujeres desde los cinco (y antes, supongo, lo que pasa es que no me acuerdo).
Así que imagínate lo que ha sido mi vida, lo raro es que haya llegado a los 24 xD
"[...] con montón de chicas escuálidas [...]"
ResponderEliminarespero que con escualidas te refieras a chupachups bicéfalos (también conocidos como un palo con dos pelotas de goma), porque si no, los muy ricos no se acercarán a la clínica. Marketing, querida. Marketing y tetas falsas.
Ya que nadie más lo pregunta, tendré que hacerlo yo
ResponderEliminar¿Por qué llamar a la clínica "Estrella de la Mañana"? o_O
XDDDDDD
ResponderEliminarEn algún momento tenía que notarse quienes son las listas aquí, coñe! XD
No sabía cómo llamarla, eran las tres y media de la mañana, y pensé, oye, no voy a montar yo la clínica? Y por qué no ponerle mi nombre? Y resulta que "María", en algún idioma antiguo que no recuerdo ahora, significa "Estrella de la mañana". No me negarás que "Clínica la Mari" queda bastante peor que el nombre que le he puesto al final, eh? XD
@Ender: Cierto, gracias por la sugerencia! Escuálidas siliconadas con albumes de fotos mostrando lo gordas (viva potochó!) que estaban antes de someterse al régimen, y que prodigen las virtudes del tratamiento! :P
ResponderEliminar@Asbeel: Siento desilusionarte, pero todos los tíos sois así. De hecho, conozco casos más precoces. Aunque en algo tienes razón, es raro ver a especímenes del género masculino vivos a partir de los 20... XDD