Últimamente en el piso donde vivo están pasando cosas muy raras.
Por ejemplo sucede que a veces oigo puertas abrirse y cerrarse, y cuando me acerco al lugar de donde venía el ruido para echar un vistazo nunca veo a nadie.
Es común también que oiga la ducha funcionando en el cuarto de baño por lo menos una vez al día. Esto, junto con lo de las puertas, al principio lo achaqué a que las paredes y los techos del edificio son de papel de fumar, y perdí cuidado. Pero un día, mientras oía el grifo de la ducha, intenté entrar al baño. Y la puerta estaba cerrada con pestillo.
A veces también oigo la cisterna del baño vaciarse, y lo curioso es que aunque cuando llego a investigar no hay nadie, la cisterna se está llenando.
Pero lo más intrigante es que cuando me dejo platos sucios en el fregadero por más de un día, de pronto aparecen limpios y escurriéndose junto con varios cacharros más, que no recuerdo ni haber usado ni haber fregado.
Esto podría tener la explicación de que me estoy volviendo - definitiva y clínicamente - loca, porque últimamente hago cosas sin ser consciente de ello, como levantarme cuando suena el despertador - que coloco estratégicamente al otro lado de la habitación, para tener que despertarme -, apagarlo, y volverme a acostar. O irme a la cama con la manta doblada en el suelo junto al escritorio, y despertarme con dicha manta perfectamente estirada sobre las sábanas.
Vamos, supongo que esas cosas las haré yo, porque no me queda recuerdo de haberlas hecho, pero no se me ocurre nadie más que pare la alarma del móvil y me lo coloque en la mano a las seis y media de la mañana, o que a las cinco de la madrugada estire la manta sobre mi cama para que no pase frío.
Pero es que la cosa no queda ahí. Porque hay días que al volver del trabajo me encuentro un montón de ropa tendida en el salón. Y por muy tarumba que me esté volviendo, es totalmente imposible que haya tendido la ropa en casa mientras estaba en el trabajo. Y me consta que me tiro las nueve horas reglamentarias currando.
Además, muchas mañanas cuando me levanto, el cuarto de baño y parte del pasillo apestan a masaje, desodorante y colonia de hombre, pero yo nunca dejo de oler a mi colonia de fresas, por lo que no he podido ser yo quien se la echase. Pero al buscar por todo el piso nunca encuentro a nadie.
Ya no es sólo lo que sucede sin que yo me entere; lo peor son las cosas que sí que veo... Porque hay veces que voy caminando por el pasillo, y delante mía una puerta se abre ligeramente, y con las mismas se cierra de un portazo. Y cuando me acerco y pregunto si hay alguien allí, no responde nadie, pero al intentar entrar la puerta está atrancada... lo que ya es raro tratándose del baño, pero es que el resto de puertas de la casa no tiene pestillo.
Yo ya no sé si me estoy volviendo loca, si hay fantasmas en la casa, o si aprovechando que uno de mis compañeros se ha ido un mes a Asturias se me ha colado un ocupa.
Ah, ahora que caigo... si yo comparto piso con dos personas...
Pero llevo sin ver a mi otro compañero más de dos meses, ¿cómo es posible que siga viviendo en casa? Le habría visto en algún momento, ¿no? Por lo menos él habría tenido que hablar conmigo, aunque fuera de cosas tan chorras como comprar papel higiénico.
Además, si siguiera viviendo en casa, no me llegarían esos smss tan raros de vez en cuando, con textos como "si no tengo Internet en cinco minutos tomaré represalias" cuando se escachufla el router, o "acepto no poner el emule cuando tú estés en casa" cuando el ancho de banda baja misteriosamente de dos megas a dos Kas. Si siguiera viviendo en el piso no tendría necesidad de usar el móvil; saldría de su cuarto y me lo comentaría él mismo.
Uhm... aunque por descabellado que fuera, eso explicaría los post-its que aparecen de vez en cuando en la puerta de su cuarto, instándome a que no la toque - la puerta cierra mal, y a la mínima corriente de aire se abre. Pero como los espíritus me han dicho que no la toque, pues yo no la toco -, o en su balda del frigorífico, prohibiéndome que toque su comida - lo que es innecesario, porque todas sus cosas están caducadas y cubiertas de moho -...
Pero es que nadie en su sano juicio iría por la casa comunicándose por post-its y mensajes de móvil, y huyendo de la gente en plan ninja cuando se la encuentra por los pasillos...
Oh, espera...
Uy! Me olvidaba de la propina!
Por ejemplo sucede que a veces oigo puertas abrirse y cerrarse, y cuando me acerco al lugar de donde venía el ruido para echar un vistazo nunca veo a nadie.
Es común también que oiga la ducha funcionando en el cuarto de baño por lo menos una vez al día. Esto, junto con lo de las puertas, al principio lo achaqué a que las paredes y los techos del edificio son de papel de fumar, y perdí cuidado. Pero un día, mientras oía el grifo de la ducha, intenté entrar al baño. Y la puerta estaba cerrada con pestillo.
A veces también oigo la cisterna del baño vaciarse, y lo curioso es que aunque cuando llego a investigar no hay nadie, la cisterna se está llenando.
Pero lo más intrigante es que cuando me dejo platos sucios en el fregadero por más de un día, de pronto aparecen limpios y escurriéndose junto con varios cacharros más, que no recuerdo ni haber usado ni haber fregado.
Esto podría tener la explicación de que me estoy volviendo - definitiva y clínicamente - loca, porque últimamente hago cosas sin ser consciente de ello, como levantarme cuando suena el despertador - que coloco estratégicamente al otro lado de la habitación, para tener que despertarme -, apagarlo, y volverme a acostar. O irme a la cama con la manta doblada en el suelo junto al escritorio, y despertarme con dicha manta perfectamente estirada sobre las sábanas.
Vamos, supongo que esas cosas las haré yo, porque no me queda recuerdo de haberlas hecho, pero no se me ocurre nadie más que pare la alarma del móvil y me lo coloque en la mano a las seis y media de la mañana, o que a las cinco de la madrugada estire la manta sobre mi cama para que no pase frío.
Pero es que la cosa no queda ahí. Porque hay días que al volver del trabajo me encuentro un montón de ropa tendida en el salón. Y por muy tarumba que me esté volviendo, es totalmente imposible que haya tendido la ropa en casa mientras estaba en el trabajo. Y me consta que me tiro las nueve horas reglamentarias currando.
Además, muchas mañanas cuando me levanto, el cuarto de baño y parte del pasillo apestan a masaje, desodorante y colonia de hombre, pero yo nunca dejo de oler a mi colonia de fresas, por lo que no he podido ser yo quien se la echase. Pero al buscar por todo el piso nunca encuentro a nadie.
Ya no es sólo lo que sucede sin que yo me entere; lo peor son las cosas que sí que veo... Porque hay veces que voy caminando por el pasillo, y delante mía una puerta se abre ligeramente, y con las mismas se cierra de un portazo. Y cuando me acerco y pregunto si hay alguien allí, no responde nadie, pero al intentar entrar la puerta está atrancada... lo que ya es raro tratándose del baño, pero es que el resto de puertas de la casa no tiene pestillo.
Yo ya no sé si me estoy volviendo loca, si hay fantasmas en la casa, o si aprovechando que uno de mis compañeros se ha ido un mes a Asturias se me ha colado un ocupa.
Ah, ahora que caigo... si yo comparto piso con dos personas...
Pero llevo sin ver a mi otro compañero más de dos meses, ¿cómo es posible que siga viviendo en casa? Le habría visto en algún momento, ¿no? Por lo menos él habría tenido que hablar conmigo, aunque fuera de cosas tan chorras como comprar papel higiénico.
Además, si siguiera viviendo en casa, no me llegarían esos smss tan raros de vez en cuando, con textos como "si no tengo Internet en cinco minutos tomaré represalias" cuando se escachufla el router, o "acepto no poner el emule cuando tú estés en casa" cuando el ancho de banda baja misteriosamente de dos megas a dos Kas. Si siguiera viviendo en el piso no tendría necesidad de usar el móvil; saldría de su cuarto y me lo comentaría él mismo.
Uhm... aunque por descabellado que fuera, eso explicaría los post-its que aparecen de vez en cuando en la puerta de su cuarto, instándome a que no la toque - la puerta cierra mal, y a la mínima corriente de aire se abre. Pero como los espíritus me han dicho que no la toque, pues yo no la toco -, o en su balda del frigorífico, prohibiéndome que toque su comida - lo que es innecesario, porque todas sus cosas están caducadas y cubiertas de moho -...
Pero es que nadie en su sano juicio iría por la casa comunicándose por post-its y mensajes de móvil, y huyendo de la gente en plan ninja cuando se la encuentra por los pasillos...
Oh, espera...
Uy! Me olvidaba de la propina!
La verdad es que es complicado compartir casa :S Eso si, me ha encantado como has escrito este post :D Un beso!!
ResponderEliminarYo compartí un fin de semana casa con un finés, y sólo lo ví una vez. Increible? No, lo increible es que cuando hice fiesta de despedida, resulta que en el cuarto que yo creí aque estaba desabitado había otro.
ResponderEliminarResulta que compartía con dos. Historias verídicas para no dormir, made in Asbeel.
@Stickers: Gracias! Llevo intentando escribirlo más de un mes, pero nunca terminaba de gustarme ^^U Me alegra que el resultado final sea de tu gusto :)
ResponderEliminar@Asbeel: En serio? XDDD Qué grande! Pero no le viste porque él no paraba por casa, o porque el que no paraba por casa eras tú? :P Aunque si solo fue un fin de semana, no es tan raro... yo cuando aún estaba con mi ex salía de casa el viernes por la mañana, y volvía el domingo por la noche XD
Mariu... igual es simplemente timido... naaaaaa, yo me asustaría, seguro que está afilando la motosierra...
ResponderEliminarQué va, si ese me va evitando por la casa para no tener que cruzar palabra conmigo. Que no es que me tenga miedo, le tiene miedo a las relaciones interpersonales - las que no son vía internet ni via su ano, se entiende -, porque es un puto asocial. Vamos, que vivo con un hikikomori cualquiera...
ResponderEliminarA ver qué pasa cuando se termine el papel higiénico (quedan dos rollos), y yo compre pero me lo guarde en mi cuarto porque lo he pagado yo... XDDDD
Bueno, si hace las tareas no es malo ^^U
ResponderEliminarNo sé qué te habrá contado, aunque sí sé lo que va diciendo por ahí de mi en internet. Y es mi palabra contra la suya, pero creo que nos conoces lo suficiente como para saber quién miente.
ResponderEliminarMariu: ¿?
ResponderEliminarme falta algún comentario para entender este último.
Del tema: Lo de los compañeros de piso siempre es una historieta. Aunque yo he tenido bastante suerte, y siempre he dado con gente igual de desequilibrada que yo :-)
Perdona, mi último comentario era una respuesta directa (y sin poner a quién se lo decía, mea culpa) a Chang. Verás, es que la perla de mi compi ahora se dedica a llamarme guarra por facebook y a decir que mi ropa tendida huele a pescadilla podrida... me hizo dudar cuando leí aquello, y al ir a olerla, resulta que olía a suavizante ._.U Y digo ahora porque ya me ha puesto verde más veces por facebook... lo gracioso es que cuando alguien que le conoce en persona le comenta que es un mentiroso, borra el comentario XDD
ResponderEliminarEn fin, no sé, con conocidos me ha ido de puta pena, a ver si la próxima se da algo mejor ^^U
Qué suerte, a mi me cuesta encontrar a gente que me alcance en desequilibrios mentales XD
no se lo tengas en cuenta, lo mismo es como el chiste ese de "doctor, doctor, me duele cuando me toco aquí, aquí y aquí" y le dice el médico "usted lo que pasa es que tiene el dedo roto"...
ResponderEliminarpues eso, que lo mismo el pobre tiene un problema olfativo.
O que tendéis en un patio interior, que son fuente de olores y vecinas que NO saben engrasar als cuerdas de tender la ropa y las muy hijas de puta se ponen a hacer "crijcricj,criiiiiij" a las 2 de la mañana.
PD: Obviamente, supongo que el susodicho no cumple ninguna de estas dos excusas, pero me apetecía escribir alguna bobadilla :-D
Tenemos un patio interior, de hecho, pero yo tengo un tendedero pequeñito y tiendo la ropa en el salón, precisamente por los olores ._.U
ResponderEliminarSastamente, no cumple ninguna de las dos XD La que va cumpliendo cada vez más es la de tener cara de punching ball... como siga hinchándome las narices a este ritmo...