Asumámoslo: No estamos en Egipto.
Pero eso no es un motivo a esgrimir a la hora de decir que nos quejamos por gusto.
Me da igual que mis padres lo pasaran peor que yo con Franco y no se quejaran, o que me comparen con cualquier otro colectivo que esté más jodido que yo. Lo siento, pero no soy ese colectivo. Lo lamento por ellos, pero no consiento que se deslegitime mi protesta sólo porque hay gente que está peor que yo.
La verdad de lo que está pasando aquí ya trasciende si estamos mal o no en España. La verdad es que el pueblo está pidiendo que dejen de reírse de él, y la reacción del gobierno y los medios de comunicación está siendo ignorarle y difamarle. Porque los que se quejan son unos pocos y están mal organizados, y no son un peligro para el resultado de las elecciones, así que para qué molestarse en escucharlos, por no hablar ya de hacerles caso. La verdad es que los diferentes grupos de poder están intentando manipular los hechos para su propio beneficio, cuando las concentraciones se han organizado de manera espontánea y sin líderes a través de Internet. La verdad es que una gran parte de los ciudadanos apoya el comportamiento del gobierno y los medios de comunicación, y están encantados de ver cómo se les enseña una lección a "esos antisistema". La verdad es que están llamando etarras a la cara a una gente que se manifiesta pacíficamente y sólo quiere justicia, y nadie hace nada al respecto.
La verdad es que la sociedad española en general apoya - por ignorancia, comodidad o gilipollez - a unos políticos que están demostrando claramente que aplastan sin miramientos la libertad de expresión, y a los que no les interesa una mierda servir al pueblo o siquiera escuchar lo que tiene que decir.
La verdad es que ya no importa nuestra orientación política, porque nos van a joder igual gobierne quien gobierne como no hagamos algo al respecto. Los políticos nos están demostrando que no quieren nuestra opinión, sólo nuestro voto. No hay que ser ciego para verlo.
Y la verdad es que a millones de españoles les da igual que les demuestren tan a las claras que no les importan una mierda a sus gobernantes, porque van a seguir consintiendo que las cosas sigan su curso, y encima se van a sentir orgullosos de ello.
Citando a David Bravo: Como cocos.
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Nos vemos esta tarde-noche en Sol. Y mañana. Y pasado. Y da igual que en las elecciones de este domingo ganen los de siempre, no vamos a conseguir que las cosas cambien en una semana, pero si seguimos luchando por nuestros derechos, con tiempo podremos conseguirlo. Simplemente, no debemos parar.
Ya nos hemos empezado a mover, hemos conseguido lo más difícil.
Yo estaba desencantado en extremo de esta sociedad, de la política, del sistema bipartidista, de la economía y de todo... Cada vez que alguien decía que había que hacer como en Islandia pensaba que era imposible algo así en España, ya no sólo por la mayor población de aquí sino porque la gente tampoco se movía.
ResponderEliminarUna sola persona gritando ante el sistema es una loca. Unos centenares es una protesta. Lo que se ha logrado es una REVOLUCIÓN.
Seguramente (y ojalá no sea así) la repercusión en las urnas el próximo domingo no sea muy grande. Da igual. Lo que se busca no es tener alcaldes entregados, es que nos entreguen a nosotros, el pueblo, el poder que nos pertenece por derecho; y para eso necesitaremos más tiempo, pero que nadie dude que ahora que la mecha ha prendido en un momento no muy lejano llegará la explosión que derruirá un sistema obsoleto, corrupto e insostenible.
Perdona que te suelte aquí el rollo.
Un abrazo y todo mi apoyo.