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Consultorías varias

Segundo monólogo que me preparé para la noche de monólogos en The Rock (bar que os recomiendo encarecidamente: Por la zona de Arguelles, en la calle Fernando de los Ríos, metro Arguelles), ayer jueves por la tarde-noche. Este fue el que menos gracia hizo, así que lo pongo primero y así os partís más con el segundo.

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Yo soy consultora.

Que no quiere decir que me dedique a consultarle cosas a la gente, no. De hecho, creo que eso es más bien encuestador. Y está bastante mejor pagado que lo mío, por cierto. Lo que yo hago es trabajar para una consultoría.

¿Y qué es una consultoría? Pues una empresa que se dedica a colocar a gente en empresas que necesitan cubrir puestos, llevándose un porcentaje del sueldo de dicha gente en el proceso.

No, no una empresa de trabajo temporal. Una 'con-sul-to-rí-a'. Que queda como más cool, más moderno y más gafapasta. Las empresas de trabajo temporal son... pues para los curritos, la gente de baja extracción social... ¡Pero las consultorías son para la gente guay, para los que van a triunfar en la vida, para los que tienen un gran futuro por delante!

...

Bien, vosotros lo estáis haciendo mejor que yo, cuando me soltaron este rollo en la primera entrevista para conseguir un curro me partí la caja delante de la de recursos humanos antes de que acabara de hablar.
A mi modo de verlo, la diferencia entre una Empresa de Trabajo Temporal y una Consultora es que en la primera te buscan un trabajo, y en la segunda te buscan un ordenador en el que poder mirar Cuanto Cabrón durante 8 horas al día.

Mi primer curro era la caña: El jefe era bueno y todo, no os digo más. Porque... Ehm... ¿Hay algún 'jefe' en el bar? ¿Alguien? (no? Mejor) (sí? Pues 'exceptuando los presentes, por supuesto...') Todos sabemos lo difícil que es encontrar un superior competente. El único jefe bueno es uno mismo cuando lo hacen jefe.

Pero en fin, que me desvío. En mi primer curro todo era super organizado: Se trabajaba en orden, se cumplían los objetivos, las reuniones de seguimiento eran semanales y eran siempre satisfactorias... ¡Los dos jefes de proyecto estaban encantados!

¿Que dónde estaba el truco? Pues en que éramos todos unos frikazos. Y sí, el que los trabajadores sean frikis o no marca mucha diferencia a la hora de hablar de resultados. Porque una persona normal se conformará con hacer las cosas, pero un friki las tiene que hacer bien para quedarse contento. ¿Que tiene que hacer un documento? Busca gráficos del impacto social, medioambiental, contexto histórico, y citas de personas relevantes sobre el tema. ¿Que tiene que hacer una presentación? Se curra gráficos animados en flash, audio pregrabado, y entrevistas a pie de calle.

Además, eran frikis de los que no se ven venir hasta que abren la boca: Yo lo llamaría el friki ninja. No lo ves hasta que ya es demasiado tarde para huir de él. Pongámonos en situación: Tú estás tan tranquila en un bar, con tu cubata, y de pronto.. aparece un tío bueno salvaje. Te mira, le miras, te acercas, él sonríe, te invita a una copa, habláis un rato, te invita a 'tomar un café' en su casa, aceptas... Y cuando llegas a su casa y entras a su habitación, ahí está: El anticlimax. Un poster de Son Goku a tamaño natural en la cabecera de la cama.

Sí, trabajar con frikis es un gustazo. Todo lo contrario que hacerlo con pijas. Sí, no he dicho pijos, he dicho pijas.

Currando con pijas una descubre un nuevo tipo de disgregación: El departamento está dividido en pijas guapas y pijas feas. Pero eso las pijas feas no lo saben, por cierto, así que agradecería que no saliera de aquí.
El caso es que yo no soy pija, pero como estaba gorda, automáticamente me adoptaron en el grupo de las pijas feas. Y según pude comprobar, las interacciones sociales de ambos grupos, tanto en el trabajo como fuera de él, se limitaban a poner a parir a las integrantes del grupo contrario. Eso, y hablar de ropa, vacaciones en Roma, y el último capítulo de Gossip Girl.
No me malinterpreteis, me gusta criticar a la gente, y no tengo nada en contra de la ropa - yo llevo ropa! - ni de Roma. Pero Gossip Girl... O sea, Gossip Girl... Qué de malo tenía Mujeres Desesperadas, eh??

Las pijas son toda una especie aparte del género humano, os lo juro. Como mínimo deberían ser considerados una especie aparte. Como una tribu de la América profunda, o algo así. Yo tardé más de una semana en empezar a entender lo que me decían cuando me hablaban. Tenías a la pija "O sea, ayer vi unos Oxford en Lefties que eran todo love, sabes? Pero estaba ya a full de bolsas de Tommy Hillfiguer y tuve que pasar, pero les he llamado, entiendes?, y me las han reservado para comprarlos hoy, o sea que genial, ya te digo" Y yo "ahá, ahá, ahá", sonriendo, rezando para que lo que me esté diciendo no sea una pregunta, y manteniendo el contacto visual, no sea que se ponga violenta.
También me descubrieron un mundo nuevo de maneras de perder el tiempo en el trabajo. Yo con la página de los gatitos que no saben vocalizar y el chat de google había sido siempre más que feliz, pero ellas se dedicaban a mirar los catálogos de Women's Secret, ojear blogs sobre las últimas temporadas de ropa de Zara y Mango, y utilizar el chat interno para seguir hablando mal de las del otro grupo. Y lo peor es que cuando alguna encontraba un enlace "interesante", me lo enviaba para que le dijera qué opinaba al respecto!
Cuando yo veo que hay tías que se dedican a recorrerse todos los Zara de Madrid para hacer un estudio comparativo de todos sus modelos de zapatos de la primavera de 2010, hacerles fotos, y subirlo a su blog, lo único que opino al respecto es que las pobres necesitan un novio, ¡pero ya! Pero claro, tampoco es cuestión de decirle a mi compañera de trabajo pija "opino que necesitais compraros una vida, en vez de tanto zapato", que igual se cabrea y me ataca...

Aunque peor aún que trabajar con pijas, es trabajar con... 'lentitos'. Esas personas que "hacen lo que pueden", pero que no se enteran de una mierda, se lo expliques como se lo expliques. Es estresante: Te llegan por la mañana y te preguntan qué tal el finde. Al ir a desayunar, te vuelven a preguntar qué tal el finde. A la hora de la comida, te lo vuelven a preguntar. Y cuando salís del curro... sí, exacto, te lo preguntan otra vez. No he tenido más sensaciones de dejá vu en mi vida: Es como si estuvieran cambiando cosas en Matrix continuamente.
Lo mejor es cuando pillan las cosas: De pronto se vuelven hacia su compañero, que está a su bola, y le dicen con la cara iluminada, "claro, has visto lo que ha dicho??" Y claro, al compañero le toca asentir y sonreír... siempre manteniendo el contacto visual no se vaya a poner violento, claro.

La verdad es que este tipo de compañeros de trabajo son adorables. Como nunca están muy seguros de haberte entendido pero tienen miedo de que se note, te llevan la razón en todo. El problema es cuando no te toca un lentito como compañero, sino como superior.

Imagínate: Un día te mandan solucionar una incidencia. Al final del día, encuentras el motivo, le mandas un correo electrónico con el problema a tu jefe, y le llamas para comentarle cual de las dos soluciones sería mejor tomar. Tras hablar diez minutos, todo queda claro y te pones a arreglarlo... Y al día siguiente, cuando estás ya con otra cosa, te llega tu jefe y te suelta "oye, he estado mirando lo de ayer, y creo que ya sé dónde está el problema". Extrañado, le comentas que eso ya estaba hablado y solucionado, y él, ni corto ni perezoso, te responde: "Ya, pero es que ayer cuando te lo estaba explicando no sabía de qué estábamos hablando, así que mejor ahora lo dejamos todo claro".

...

No sabía de qué estaba hablando cuando te estaba explicando algo. No sabía lo que te estaba explicando. ... No, da igual cómo se enfoque, no tiene puto sentido. Joder, no sé, es como si Pitágoras te explicara cómo hallar la hipotenusa de un triángulo rectángulo, y al día siguiente te dijera "oye, he estado mirando lo de los catetos, y creo que no tenía muy claro lo que te estaba diciendo ayer, eh?".
Que yo no tengo nada en contra de los lentitos, que yo también soy bastante lenta antes del quinto café de la mañana. Pero cuando un lentito intenta que no se note que no pilla las cosas ni a la de siete, queda un poco ridículo cuando le pillan.

Es como aquella película de Asterix... están los piratas en el barco, todo emocionados, y la hija del capitán grita ¡Casquen los artebuses!, ahí, con toda la autoridad, la espada en alto, muy digna ella. Y llega el padre por detrás y le dice "tranquila hija, tranquila... Y 'casquen los artebuses' no significa nada".
Claro que si yo le suelto a mi jefe "tranquilo jefe, tranquilo... Y 'desprojege el uss' no significa nada" igual pierdo el trabajo, claro.

Pero qué queréis que os diga, estamos hablando de gente que deja que una consultora le quite la mitad del sueldo cada mes por ver crecer la hierba, y se quedan tan tranquilos. Es normal que sean un poco lentitos...


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