Imagínate que estás pasando el verano en un chalet. Uno de esos chalets de dos plantas, con solarium en el tejado, y un enorme jardín en la parte de atrás, con piscina y todo. De noche, el cielo despejado se ve repleto de estrellas, la luna brilla en todo su esplendor, apenas sí se oye ruido alguno que te recuerde que aún estás en la civilización...
Te encanta salir al jardín de noche con una tumbona, y sentarte cerca de la piscina, contemplando las estrellas mientras el sonido del agua mecida por la brisa te amodorra, hasta que caes dormida. Cada noche te duermes disfrutando del paisaje, y despiertas más relajada aún cada día.
Una noche, de madrugada, llevas dormida ya un rato cuando de pronto un ruido te despierta. Por un momento no sabes dónde estás, miras confundida a un lado y a otro, mientras tus ojos se acostumbran a la oscuridad. Comienzas a distinguir la forma de los muretes que separan tu jardín del de loschalets adyacentes, y la puerta de la parte de atrás del tuyo. Oyes un rumor de agua, y miras a la piscina que hay al lado de tu tumbona, pero el agua está totalmente en calma y apenas se oye el ruido de las pequeñas ondas chocando contra las paredes. Mientras aún tienes la vista puesta en tu piscina, vuelves a oír el ruido. Seguramente sea alguna de las piscinas de los vecinos, te dices, y vuelves a acomodarte en la tumbona, dispuesta a retomar tu rutina de todas las noches.
Y de pronto oyes una voz. Bueno, no exactamente una voz... lo que oyes es un gemido. Te sobresaltas, giras la cabeza de un lado a otro, pero aparte del rumor constante de la piscina del vecino, no ves ni oyes nada fuera de lo normal. Sea de quien sea esa voz, no está en tu jardín.
Vuelves a cerrar los ojos, sueltas un profundo suspiro, y te abandonas de nuevo al sueño.
Y de nuevo oyes un gemido.
Esta vez te incorporas en la tumbona, intrigada. Afinas el oído, y por debajo del rumor del agua te parece adivinar una respiración... una respiración acelerada. Te levantas y te acercas al murete que separa los dos jardines. Asomas la cabeza lentamente, no más de unos centímetros sobre la pared, temerosa de ser vista, pero no lo suficiente como para no mirar...
Y ves dos figuras oscuras en la piscina que hay en el jardín del chalet de al lado. La luz de la luna hace brillar las olas que levantan en el agua en la que estánsemisumergidos . Están pegados el uno al otro, y ahora que ves la escena, percibes más claramente sus respiraciones. Una es más fuerte que la otra, más entrecortada, y es esa la que gime de vez en cuando, aunque, ahora que te das cuenta, es cada vez más a menudo, y más fuerte.
No deberías estar mirando, te dices. Deberías volver a tu tumbona, o si no eres capaz de dormirte, entrar en tu habitación y dormir en tu cama. Pero sigues mirando a la pareja, cada vez más juntos, cada vez moviéndose más deprisa, removiendo el agua de la piscina más violentamente. Ves las manos de una de las figuras aferrar las escaleras de metal en las que están apoyados, a la par que el volumen de los gemidos aumenta un poco más.
Consigues al fin apartarte del murete, y prácticamente corres hasta tu cuarto. Te metes bajo las sábanas, e intentas olvidar lo que acabas de ver y conciliar el sueño. Pero no solo no consigues quitártelo de la cabeza hasta que te duermes, sino que, cuando lo haces, sueñas con ello.
Sueñas que estás sumergida en la piscina, que una figura oscura te sujeta firmemente contra su cuerpo. A través del agua helada, notas como su calor envuelve tu piel. Notas que el placer invade cada poro de tu cuerpo, mientras comenzáis a balancearos suavemente hacia adelante y atrás. Sientes deseos de gemir, de gritar, y sólo te contienes porque de hacerlo llamarías la atención de todo el vecindario.
Al aumentar la violencia del balanceo, notas contra tu espalda el frío de la pared de la piscina. Un escalofrío recorre tu columna, te arquea la espalda, se te escapa un gemido. Tu boca se abre en un grito mudo, un grito que no podrás contener por mucho tiempo...
Sí, imagínate que te sucede todo esto.
Te encanta salir al jardín de noche con una tumbona, y sentarte cerca de la piscina, contemplando las estrellas mientras el sonido del agua mecida por la brisa te amodorra, hasta que caes dormida. Cada noche te duermes disfrutando del paisaje, y despiertas más relajada aún cada día.
Una noche, de madrugada, llevas dormida ya un rato cuando de pronto un ruido te despierta. Por un momento no sabes dónde estás, miras confundida a un lado y a otro, mientras tus ojos se acostumbran a la oscuridad. Comienzas a distinguir la forma de los muretes que separan tu jardín del de loschalets adyacentes, y la puerta de la parte de atrás del tuyo. Oyes un rumor de agua, y miras a la piscina que hay al lado de tu tumbona, pero el agua está totalmente en calma y apenas se oye el ruido de las pequeñas ondas chocando contra las paredes. Mientras aún tienes la vista puesta en tu piscina, vuelves a oír el ruido. Seguramente sea alguna de las piscinas de los vecinos, te dices, y vuelves a acomodarte en la tumbona, dispuesta a retomar tu rutina de todas las noches.
Y de pronto oyes una voz. Bueno, no exactamente una voz... lo que oyes es un gemido. Te sobresaltas, giras la cabeza de un lado a otro, pero aparte del rumor constante de la piscina del vecino, no ves ni oyes nada fuera de lo normal. Sea de quien sea esa voz, no está en tu jardín.
Vuelves a cerrar los ojos, sueltas un profundo suspiro, y te abandonas de nuevo al sueño.
Y de nuevo oyes un gemido.
Esta vez te incorporas en la tumbona, intrigada. Afinas el oído, y por debajo del rumor del agua te parece adivinar una respiración... una respiración acelerada. Te levantas y te acercas al murete que separa los dos jardines. Asomas la cabeza lentamente, no más de unos centímetros sobre la pared, temerosa de ser vista, pero no lo suficiente como para no mirar...
Y ves dos figuras oscuras en la piscina que hay en el jardín del chalet de al lado. La luz de la luna hace brillar las olas que levantan en el agua en la que estánsemisumergidos . Están pegados el uno al otro, y ahora que ves la escena, percibes más claramente sus respiraciones. Una es más fuerte que la otra, más entrecortada, y es esa la que gime de vez en cuando, aunque, ahora que te das cuenta, es cada vez más a menudo, y más fuerte.
No deberías estar mirando, te dices. Deberías volver a tu tumbona, o si no eres capaz de dormirte, entrar en tu habitación y dormir en tu cama. Pero sigues mirando a la pareja, cada vez más juntos, cada vez moviéndose más deprisa, removiendo el agua de la piscina más violentamente. Ves las manos de una de las figuras aferrar las escaleras de metal en las que están apoyados, a la par que el volumen de los gemidos aumenta un poco más.
Consigues al fin apartarte del murete, y prácticamente corres hasta tu cuarto. Te metes bajo las sábanas, e intentas olvidar lo que acabas de ver y conciliar el sueño. Pero no solo no consigues quitártelo de la cabeza hasta que te duermes, sino que, cuando lo haces, sueñas con ello.
Sueñas que estás sumergida en la piscina, que una figura oscura te sujeta firmemente contra su cuerpo. A través del agua helada, notas como su calor envuelve tu piel. Notas que el placer invade cada poro de tu cuerpo, mientras comenzáis a balancearos suavemente hacia adelante y atrás. Sientes deseos de gemir, de gritar, y sólo te contienes porque de hacerlo llamarías la atención de todo el vecindario.
Al aumentar la violencia del balanceo, notas contra tu espalda el frío de la pared de la piscina. Un escalofrío recorre tu columna, te arquea la espalda, se te escapa un gemido. Tu boca se abre en un grito mudo, un grito que no podrás contener por mucho tiempo...
Sí, imagínate que te sucede todo esto.
"Just Imagine"
ResponderEliminarT_T
de entrada colleja a Chang... esmero en los comentarios has de poner.
ResponderEliminary bien, yo miedoso no soy pero leo esto de noche y casi me da un soponcio... hasta que se ve que es una escena de sexo. ¿o me equivoco?
pero as piscinas estan en exceso idealizadas... hay lugares mejores.
XDDDD Así se habla, coño! XD
ResponderEliminarJope, casi te da un soponcio? Si no tiene ni sustos ni nada. Además, en la historia no se dice absolutamente nada sobre la escena... Si tú quieres imaginar que es de sexo, pues tú mismo xDDDDD
No dudo que haya lugares mejores que las piscinas, pero por ahora yo no he encontrado ninguno ^^U