Carlota abrió los ojos. Y los cerró casi de inmediato, cegada por la luz de la habitación. Tenía muchísimo calor, pero cuando intentó apartar la manta notó que no podía mover el brazo. No le dolía, pero lo tenía totalmente entumecido. Asustada, se dio cuenta de que su otro brazo y sus piernas estaban igual. Intentó mover el tronco, con el mismo resultado. Volvió a abrir los ojos, esta vez más despacio, y vio un techo y unas paredes blancas que no eran las de su cuarto. Alguien entró en su campo de visión y comenzó a acariciarle el pelo y darle besos en la frente. Parecía que hablaba, pero Carlota sólo podía escuchar un eco lejano, como si la estuvieran hablando a través de agua. La persona que la abrazaba se alejó y Carlota pudo ver que era su madre, que tenía la cara bañada en lágrimas. Intentó preguntarle dónde estaba, pero no consiguió articular ningún sonido. Su madre le puso el índice sobre los labios, como para que guardara silencio, y le dijo algo con una sonrisa llorosa....
¡Mírame, mírame! soy un vampiro High School Musical que brilla cuando le da la luz del sol y se pinta los labios más que tú!
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ResponderEliminarDios, ni he visto la peli ni he leído el libro, pero cómo disfruto con las coñas sobre las maricona... los vampiros esos! :P
pues estos vampiros brillan como un cisne de svaroski cuando les da el sol...¡daban unas ganas de que apareciese un malkavian y le reventase de lado a lado de una leche...!
ResponderEliminarXDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
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