Para esto me dio la idea Ender en una frase del Twitter en la que decía que iba a cazar la cena al super. Y he pensado que quedaría bien escribirlo al estilo del "estudio del emo marino" (del cual algún día, cuando repasar mentalmente la etapa de mi vida en la que concebí dicho documental no sea tan doloroso, también escribiré)
¡O sea que las quejas, a Ender y a Juan! XDDDDD
Gracias a mis dos musas particulares :P
La estepa supermercadeña se encuentra habitada por numerosas especies, no todas ellas hostiles. El observador avispado podrá encontrar, en las extensas llanuras de estanterías, al pacífico queso de bola o a la social pasta fresca, famosa esta última por la jovialidad con la que se relaciona tanto con el resto de especies herbívoras como con el ser humano.
Otros rumiantes no menos numerosos entre la vegetación autóctona, si bien no tan sociables, son los condimentos. Estos pequeños vertebrados son muy asustadizos, y al igual que sus parientes lejanos la sal, el azúcar y el harina, están provistos de un mecanismo de defensa consistente en dejar escapar un puñado de especia contra cualquier posible amenaza. Dependiendo de la raza del condimento, este ataque puede ser totalmente inofensivo, como en el caso del perejil, o terriblemente molesto, como por ejemplo en el caso de la pimienta verde.
Pero como en todo ecosistema, también existen los carnívoros. Cerca de los casquetes polares puede encontrarse al violento filete de ternera, que pese a haber sido cazado durante décadas no disminuye su número, y se vuelve cada vez más huidizo y agresivo. Es esta raza muy sensible a las enfermedades, y ha sufrido varias pandemias parecidas a la que azota ahora mismo a su vecino de hábitat, el filete de cerdo. Sin embargo, estas especies parecen dotadas de una tremenda capacidad de adaptación, y siguen medrando a pesar de las condiciones adversas.
Muy cerca de estos depredadores conviven una gran variedad de aves de presa y domésticas, acomodadas a los climas fríos de las estepas refrigeradas. Dichos animales han evolucionado hasta desarrollar la curiosa característica de la ausencia total de plumas, por lo que son fácilmente distinguibles de las aves migratorias que ocasionalmente cruzan su hábitat.
También pueden encontrarse, en las llanuras congeladas, diversos peces y moluscos. Debido a las bajas temperaturas, estos animales no suelen ser agresivos; están más ocupados en intentar mantenerse calientes rodeados de tanto hielo. Constituían un gran reclamo turístico, pero debido a las cada vez más osadas incursiones de los temibles san jacobos en las tierras de dominio piscícola, que se cobraron las vidas de varios turistas, se ha prohibido el acceso a esta zona, que ahora solo frecuentan los cazadores furtivos.
¡O sea que las quejas, a Ender y a Juan! XDDDDD
Gracias a mis dos musas particulares :P
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La estepa supermercadeña se encuentra habitada por numerosas especies, no todas ellas hostiles. El observador avispado podrá encontrar, en las extensas llanuras de estanterías, al pacífico queso de bola o a la social pasta fresca, famosa esta última por la jovialidad con la que se relaciona tanto con el resto de especies herbívoras como con el ser humano.
Otros rumiantes no menos numerosos entre la vegetación autóctona, si bien no tan sociables, son los condimentos. Estos pequeños vertebrados son muy asustadizos, y al igual que sus parientes lejanos la sal, el azúcar y el harina, están provistos de un mecanismo de defensa consistente en dejar escapar un puñado de especia contra cualquier posible amenaza. Dependiendo de la raza del condimento, este ataque puede ser totalmente inofensivo, como en el caso del perejil, o terriblemente molesto, como por ejemplo en el caso de la pimienta verde.
Pero como en todo ecosistema, también existen los carnívoros. Cerca de los casquetes polares puede encontrarse al violento filete de ternera, que pese a haber sido cazado durante décadas no disminuye su número, y se vuelve cada vez más huidizo y agresivo. Es esta raza muy sensible a las enfermedades, y ha sufrido varias pandemias parecidas a la que azota ahora mismo a su vecino de hábitat, el filete de cerdo. Sin embargo, estas especies parecen dotadas de una tremenda capacidad de adaptación, y siguen medrando a pesar de las condiciones adversas.
Muy cerca de estos depredadores conviven una gran variedad de aves de presa y domésticas, acomodadas a los climas fríos de las estepas refrigeradas. Dichos animales han evolucionado hasta desarrollar la curiosa característica de la ausencia total de plumas, por lo que son fácilmente distinguibles de las aves migratorias que ocasionalmente cruzan su hábitat.
También pueden encontrarse, en las llanuras congeladas, diversos peces y moluscos. Debido a las bajas temperaturas, estos animales no suelen ser agresivos; están más ocupados en intentar mantenerse calientes rodeados de tanto hielo. Constituían un gran reclamo turístico, pero debido a las cada vez más osadas incursiones de los temibles san jacobos en las tierras de dominio piscícola, que se cobraron las vidas de varios turistas, se ha prohibido el acceso a esta zona, que ahora solo frecuentan los cazadores furtivos.
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