No recuerdo una resaca así desde mis tiempos de borrachuza compulsiva cuando curraba en Hipercor. Y tampoco es que bebiera tanto, la verdad. Estoy muy desacostumbrada...
Mataría por un dolor de cabeza común y corriente... pero a mi las resacas me dan ganas de vomitar ._.U Lo voy a pasar de bien hoy en el curro...
Ayer, en mitad de la presentación de Comic 2.0 (a la que por cierto no fuisteis, gañanes), formulamos la teoría que reconciliará a la ciencia y a la Iglesia Católica. Se trata de un concepto revolucionario que acabará con la eterna disputa entre científicos y religiosos, que hará que por fin todos podamos vivir en paz sin tener que escuchar en las noticias a los unos despotricar de los otros y los otros poner a parir a los unos. Y si me apuras, también acabará con el colesterol y la hipertensión. Estamos intentando comprobar si lograría acabar también con los políticos, pero no parece muy probable.
En fin. A modo de introducción, os hablaré del gato de Schrodinger. Este pequeño minino es el objeto de un experimento imaginario que desarrolló este señor de apellido impronunciable para explicar a los legos uno de los problemas de la mecánica cuántica. Resulta que el minino está metido en una caja en la que hay un gas venenoso que puede haberse roto o no, dependiendo de un evento anterior. Mientras no abramos la caja, no podemos decir si el gato está vivo o está muerto, por lo tanto podemos hablar tanto de un gato vivo en una caja como de un gato muerto en una caja - aquí Javier comentó si no se podía agitar la caja y ver si el gato maulla. Qué manera de chafar a las mentes preclaras de la ciencia... -.
Bien, pues aquí viene nuestra teoría. La teoría del Jesucristo de Schrodinger.
Porque es evidente que no se puede saber si Jesucristo está vivo o está muerto.
Por lo tanto, estamos hablando de un Jesucristo cuántico, que presenta las características tanto de un Jesucristo vivo como de uno muerto. Al ser este Jesucristo cuántico y tener potencialidad de ser varias cosas mientras no se le observe - aunque el mero hecho de observarle cambiaría su estado, por supuesto -, y dado que no se conoce de nadie que haya visto a Dios - y de los que dicen que vieron a Jesucristo, sinceramente, yo no me fiaría -, esto resuelve el problema de la Santísima Trinidad.
Porque el Jesucristo cuántico puede ser tanto Dios, como Jesucristo, como una Paloma.
Mándalo a 'meneame'...
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Mataría por un dolor de cabeza común y corriente... pero a mi las resacas me dan ganas de vomitar ._.U Lo voy a pasar de bien hoy en el curro...
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Ayer, en mitad de la presentación de Comic 2.0 (a la que por cierto no fuisteis, gañanes), formulamos la teoría que reconciliará a la ciencia y a la Iglesia Católica. Se trata de un concepto revolucionario que acabará con la eterna disputa entre científicos y religiosos, que hará que por fin todos podamos vivir en paz sin tener que escuchar en las noticias a los unos despotricar de los otros y los otros poner a parir a los unos. Y si me apuras, también acabará con el colesterol y la hipertensión. Estamos intentando comprobar si lograría acabar también con los políticos, pero no parece muy probable.
En fin. A modo de introducción, os hablaré del gato de Schrodinger. Este pequeño minino es el objeto de un experimento imaginario que desarrolló este señor de apellido impronunciable para explicar a los legos uno de los problemas de la mecánica cuántica. Resulta que el minino está metido en una caja en la que hay un gas venenoso que puede haberse roto o no, dependiendo de un evento anterior. Mientras no abramos la caja, no podemos decir si el gato está vivo o está muerto, por lo tanto podemos hablar tanto de un gato vivo en una caja como de un gato muerto en una caja - aquí Javier comentó si no se podía agitar la caja y ver si el gato maulla. Qué manera de chafar a las mentes preclaras de la ciencia... -.
Bien, pues aquí viene nuestra teoría. La teoría del Jesucristo de Schrodinger.
Porque es evidente que no se puede saber si Jesucristo está vivo o está muerto.
Por lo tanto, estamos hablando de un Jesucristo cuántico, que presenta las características tanto de un Jesucristo vivo como de uno muerto. Al ser este Jesucristo cuántico y tener potencialidad de ser varias cosas mientras no se le observe - aunque el mero hecho de observarle cambiaría su estado, por supuesto -, y dado que no se conoce de nadie que haya visto a Dios - y de los que dicen que vieron a Jesucristo, sinceramente, yo no me fiaría -, esto resuelve el problema de la Santísima Trinidad.
Porque el Jesucristo cuántico puede ser tanto Dios, como Jesucristo, como una Paloma.
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de hecho, como se puede ver por aquí, el primo del gobernador de california (primo en cuanto a apellido impronunciable, no a parentesco), se inventó lo del gato porque no le gustaba nada la física cuántica, no para explicarla a los legos
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