Si le preguntan a mis profesores sobre mi, seguramente respondan que soy un irresponsable o un bala perdida. Si le preguntan a mis padres, que estoy en "una fase delicada". Si les preguntan a los de la comisaría, sin duda, que soy un vándalo.
Yo prefiero decir que soy un artista.
¿No se supone que el arte es libre? ¿Que es la expresión del alma de cada persona? ¿Que es algo que te quema por dentro y tienes que luchar por sacar porque si no lo haces te terminará consumiendo? ¿Por qué a alguien que pinta sobre un lienzo lo llaman artista, y a mi me llaman delincuente?
Me gustaría ver a muchos de esos que la gente admira teniendo que pintar sus obras a contrarreloj sobre una pared de ladrillo en una calle oscura, de madrugada, con un ojo en la pintura y otro en la carretera, atento a cualquiera que pase, por si tiene que salir cagando leches. Seguro que entonces no era tan buen pintor. Qué cojones, seguro que entonces ni siquiera era capaz de quitarle la tapa al bote de pintura. Igual hasta se meaba encima a la que apareciera un coche patrulla.
Que soy un vándalo, dicen. Vándalo. Y se quedan tan tranquilos. Un vándalo destroza cosas, yo las creo. Yo pinto. Yo decoro la mierda de calles de esta ciudad muerta para que la gente vea que no todo es gris en el mundo. Yo me dejo la pasta en botes y el tiempo en pensar ideas nuevas para que mis pinturas alegren a quienes las vean. Yo me juego el tipo noche tras noche para que ellos sepan que hay un modo de vida diferente del que les han dicho que deben llevar.
Qué cojones, soy un genio. Me tendrían que dedicar una calle, o algo. Y luego pintarla entera.
He visto a gente admirar mis murales, a mujeres soltar el aire extasiadas al ver mis dibujos, a críos ver mis obras y decir que de mayores quieren ser como yo. Hasta sirvo para dar ejemplo, ¿veis? Esos niños podrían ser futuros drogadictos o alborotadores, pero gracias a mi serán artistas. A mi qué coño me importa que cuatro soplapollas recién salidos del horno de zombis del Sistema me intenten encarcelar, yo sé que lo que hago está bien, y no voy a dejar de hacerlo solo porque los soplapollas de siempre, con sus grises vidas y sus grises mentes, me digan lo contrario. Que vuelvan a sus grises casas y se emborrachen viendo los deportes, que es lo que mejor saben hacer, y me dejen a mi expresarme.
Si no me dejáis pintar de día, pintaré de noche. Si no me dejáis pintar a la luz de una farola, pintaré en el callejón más oscuro. Si no me dejáis pintar en la pared de un colegio, pintaré en el muro de una urbanización. Pero seguiré pintando. Porque si no pinto no podría llamarme artista, y artista es lo que soy.
Este artista no puede ser detenido.
Yo prefiero decir que soy un artista.
¿No se supone que el arte es libre? ¿Que es la expresión del alma de cada persona? ¿Que es algo que te quema por dentro y tienes que luchar por sacar porque si no lo haces te terminará consumiendo? ¿Por qué a alguien que pinta sobre un lienzo lo llaman artista, y a mi me llaman delincuente?
Me gustaría ver a muchos de esos que la gente admira teniendo que pintar sus obras a contrarreloj sobre una pared de ladrillo en una calle oscura, de madrugada, con un ojo en la pintura y otro en la carretera, atento a cualquiera que pase, por si tiene que salir cagando leches. Seguro que entonces no era tan buen pintor. Qué cojones, seguro que entonces ni siquiera era capaz de quitarle la tapa al bote de pintura. Igual hasta se meaba encima a la que apareciera un coche patrulla.
Que soy un vándalo, dicen. Vándalo. Y se quedan tan tranquilos. Un vándalo destroza cosas, yo las creo. Yo pinto. Yo decoro la mierda de calles de esta ciudad muerta para que la gente vea que no todo es gris en el mundo. Yo me dejo la pasta en botes y el tiempo en pensar ideas nuevas para que mis pinturas alegren a quienes las vean. Yo me juego el tipo noche tras noche para que ellos sepan que hay un modo de vida diferente del que les han dicho que deben llevar.
Qué cojones, soy un genio. Me tendrían que dedicar una calle, o algo. Y luego pintarla entera.
He visto a gente admirar mis murales, a mujeres soltar el aire extasiadas al ver mis dibujos, a críos ver mis obras y decir que de mayores quieren ser como yo. Hasta sirvo para dar ejemplo, ¿veis? Esos niños podrían ser futuros drogadictos o alborotadores, pero gracias a mi serán artistas. A mi qué coño me importa que cuatro soplapollas recién salidos del horno de zombis del Sistema me intenten encarcelar, yo sé que lo que hago está bien, y no voy a dejar de hacerlo solo porque los soplapollas de siempre, con sus grises vidas y sus grises mentes, me digan lo contrario. Que vuelvan a sus grises casas y se emborrachen viendo los deportes, que es lo que mejor saben hacer, y me dejen a mi expresarme.
Si no me dejáis pintar de día, pintaré de noche. Si no me dejáis pintar a la luz de una farola, pintaré en el callejón más oscuro. Si no me dejáis pintar en la pared de un colegio, pintaré en el muro de una urbanización. Pero seguiré pintando. Porque si no pinto no podría llamarme artista, y artista es lo que soy.
Este artista no puede ser detenido.
APLAUSO! No he visto nunca mejor forma de expresarlo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo y como ex-graffitero (que no ex-artista) más aún.
ResponderEliminarSin embargo, desde que "colgué las latas" hace años, tengo una reflexión que creo que es el momento idóneo exponerla y abrir un punto de debate sanote:
Pongamos que yo tengo una casa, me dejo mi dinero y esfuerzo en pintar los exteriores a mi gusto, en un color liso que me agrada y creo que me representa, ¿qué da derecho a nadie que no sea yo para modificar lo que es mío?, ¿qué juicio o ética debe seguir un artista urbano para pintar una fachada?, ¿dónde acaba el derecho de un graffitero a expresar su arte y empieza el mío a tener mi casa a mi gusto?
Abrazos a todos.
Pakito, para la próxima vez que quieras comentar, tengo activada la moderación de comentarios, no te preocupes si no te aparece de primeras, que en cuanto compruebe que no es de mi trol particular le doy a publicar (le doy a publicar a TODOS los comentarios, sean buenos o malos, salvo los de ese personaje en particular, don't worry).
ResponderEliminarMuy interesante lo que comentas. No me he metido a ello porque no era de lo que quería hablar, pero por mucho arte que sea, el graffiteo "ilegal" es una forma de vandalismo... supongo que si dejamos a un lado la ley, es muy subjetivo... supongo.
Muy subjetivo, sí, pero no todos los muros en los que se hacen grafitis son propiedades privadas y sin embargo es igual de ilegal. Quiero decir, ¿por qué no puedo hacerlo en un muro que quedó de pie tras tirar un edificio? ¿a quién va a molestar eso?
ResponderEliminarEs un tema que habría que estudiar, porque bien llevado podría hasta beneficiar al pueblo/ciudad/barrio/loquesea en el que lo permitan.
Pero como todos sabemos, eso nunca se hará.