Eleanor por fin ha acabado el cuadro. Lo vi anoche en el recibidor cuando salí, y ahí sigue al llegar a casa, con el envoltorio de papel marrón un poco rasgado y un sobre sobresaliendo en una esquina. Dejo el chal en el colgador de la entrada y recojo el sobre. Ya en mi cuarto pruebo a sintonizar algún canal en la televisión. Hoy hay suerte, a la primera doy con un informe sobre la situación económica en Italia. Me tumbo en la cama y abro la carta de Eleanor . Querida Bianca . Aquí tienes el retrato de Ilia que me pediste. Te pido perdón por las inexactitudes , porque cada vez que intentaba pintar los detalles, la imagen se me emborronaba en la mente. No me suele suceder cuando pinto de memoria, soy muy buena fisonomista.... Pero dado lo que me contaste.... En fin, espero que te sirva de algo. Tenemos que hablar de esto más largamente, me tienes preocupada. Con cariño, Eleanor . Arrugo la carta en mis manos, se la tiro al locutor que en ese preciso momento ha interrumpido las noticia...